21 de julio (Urgente.bo).- La Compañía de Jesús en Bolivia rechazó este viernes la aseveración del abogado de los exalumnos del colegio Juan XXIII, de Cochabamba quien hace días presentó un esquema de sacerdotes presuntamente involucrados en casos de pederastia a los cuales tildó de ser una “organización criminal”.
“La Compañía de Jesús en Bolivia rechaza con firmeza la injusta y temeraria acusación que la califica, sin sustento alguno, como una ‘organización criminal’, según declaraciones del abogado de un grupo de exalumnos del antiguo colegio internado Juan XXIII, publicadas en medios de comunicación”, cita el comunicado de la Compañía de Jesús.
Hace días José Luis Gareca, representante de las víctimas de abuso del colegio Juan XXIII, afirmó que se tiene VHS con confesiones y al menos 15 cartas de los jóvenes que sufrieron abusos en esa institución. Además, se presentó un esquema que muestra cómo, desde 1976 hasta el año 2000, todos los directores de la institución, iniciando en Alfonso Pedrajas “Pica”, cometieron actos de violencia sexual y de poder en contra de los alumnos.
“Todos ellos han sido directores de forma continua y todos estos señores jesuitas han cometido ilícitos de abuso sexual, de abuso de poder y todo tipo de violencia en contra de estudiantes menores de edad”, agregó.
Ante esto la Compañía de Jesús negó “categóricamente” esto: “Sobre la suma de presuntos casos de ‘abusos sexuales, abusos de poder y todo tipo de violencia’ que -según el abogado José Luis Gareca- habrían sido perpetrados en el colegio Juan XXIII por varios jesuitas, a quienes se señala exhibiendo públicamente sus nombres y fotografías, la Compañía de Jesús en Bolivia hace un nuevo y vehemente llamado a que se presenten las denuncias y pruebas correspondientes ante el Ministerio Público”, respondió la organización religiosa.
El tema de abusos sexuales cometidos por curas a niños salió a la luz en meses anteriores a raíz del caso de Pedrajas (ya fallecido) que según una investigación cometió abusos a decenas de niños en Bolivia. Esto salpicó a otras autoridades religiosas que aún están siendo investigadas.