4 de octubre (Urgente.bo).- A unos días de la posesión del presidente electo Luis Arce, Carlos Mesa, excandidato a la Presidencia por la alianza Comunidad Ciudadana (CC), atribuyó su derrota electoral a la presidenta Jeanine Áñez y al excandidato de Creemos, Luis Fernando Camacho, quienes, a su criterio, durante el proceso electoral, antes de la jornada de votación, sólo se ocuparon de criticarlo más que a Arce, del MAS.
“La consigna fue: “todos contra Mesa”. La oposición al MAS se ocupó con ahínco de criticar mi candidatura más que la de Luis Arce, sin percibir que desde la primera encuesta CC aparecía como la segunda opción, tendencia que -igual que en 2019- se fue consolidando con el paso de los meses hasta otorgarnos con el voto casi el 30% de la confianza popular. Fue evidente que ese mensaje de división afectó al electorado confundido ante la fragmentación de una propuesta que no quiso aceptar el carácter nacional de la votación”, escribió Mesa en su blog.
El político recordó que en proceso electoral anulado del 2019, según las encuestas de intención de voto, su candidatura era el único que podía vencer al MAS en las urnas.
Pero, según Mesa, esa posición que se había logrado en durante un año de campaña fue hecha a un lado por una parte de la oposición, haciendo referencia al resto de las candidaturas que buscaba la Presidencia.
“Volvamos a los comicios de 2019. Su resultado mostró con claridad quién enfrentó con éxito al MAS. Pero tal evidencia fue dejada de lado por una parte de la oposición que quiso desechar lo realizado durante un año de campaña y “construir nuevas opciones”, tirando al canasto la acumulación histórica lograda con tanto esfuerzo y sacrificio”, continúa el líder de CC.
Para Mesa, el binomio de la disuelta alianza de Juntos, Áñez y Samuel Doria Medina, quiso ser la argamasa aglutinadora de la oposición, por otro lado la candidatura de Luis Fernando Camacho intentó “fallidamente” entrar a occidente a través de Marco Pumari, quien, a criterio de Mesa, expresaba más bien una visión regional.
Durante la pandemia del coronavirus, el tiempo jugó a favor del MAS, dice Mesa, a tiempo de señalar que los votantes masistas llegaron a creer la versión de que si el partido azul no ganaba en los comicios, volvería el racismo, la discriminación y la exclusión.
“Fue un error pensar que entre un 60% y un 65% del país es antimasista. Por lo menos el 50% más uno de los bolivianos apoyan al MAS y creen en su propuesta. Fue un error suponer que Morales es sinónimo de MAS. No, la organización que llegó al poder en 2006 ha logrado penetrar como estructura en un electorado que se identifica con la sigla, no sólo con el líder, lo que no quiere decir que éste no vaya a jugar un rol significativo en el periodo que recién comienza”, admite Mesa.
Por otro lado, reconoció que sí cometieron errores en su campaña y que pudieron hacerlo mejor para atraer al electorado, pero deja en claro que la victoria contundente del MAS tuvo que ver más con “la fragmentación en dos de la oposición y la radicalización de una parte del electorado antimasista”.
///
