Abril 25, 2024 [G]:

Marthita, la mamá de Comunicación Social

La vida de la señora Martha Morales Ordoñez cambió a los 49 años. En la carrera de Comunicación encontró energía para mantener a su hogar.


Martes 21 de Agosto de 2018, 5:00pm






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La Paz, 21 de Agosto (Urgentebo- El Compadre).-A los 49 años, la vida de Martha Morales Ordoñez dio un giro. Quedó desempleada, no pudo conseguir trabajo y por ello decidió vender dulces, jugos y  otros productos en un anaquel en la carrera de Comunicación Social de la UMSA. Hoy tiene 68 y la señora ya es parte de la historia de la casa de estudios superiores.

Por medio de su comadre se enteró que la carrera de Comunicación Social de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) abriría sus puertas a los estudiantes en el edificio Ex-INRA, ubicado en la calle Omasuyos.  Y halló  una razón para recuperar fuerzas y esperanza.

Con la base económica de Bs 200 bolivianos y con enormes necesidades, comenzó vendiendo sus productos a los universitarios. Empezó con mucha fe. Desde las primeras horas de la mañana, pese al frío, la señora Martha (mejor conocida como Marthita) siente el cariño y respeto de las señoritas y jóvenes que van a las aulas de la universidad. Cuenta que es un orgullo ser una dulcera querida por los estudiantes de Comunicación.

La afluencia de más estudiantes hizo que el negocio creciera y así pudo adquirir un mejor puesto de ventas y luego pudo comprar un carrito para vender sus productos. Con cariño recuerda el paso de muchos jóvenes que en la actualidad son licenciados o egresados y que son parte de medios de comunicación de La Paz.

Entre lágrimas cuenta que gracias al apoyo del periodista Aldo Cobo y la campaña que realizo en Radio Fides, fue operada de la cadera. Menciona que recibió la ayuda de estudiantes y muchas personas para salir de ese difícil  momento, se considera una mujer humilde, buena y cariñosa.

Lleva vendiendo 19 años en las puertas de Comunicación Social y dice que en ese puesto pasó por lindos y hermosos momentos. Expresa su amor a sus hijas e hijos (los estudiantes) con el sueño de que sean muy buenos profesionales al finalizar sus estudios.

Ella es bachiller  y terminó sus estudios de  Enfermera Auxiliar, trabajó por muchos años en una clínica. Por motivos de edad no pudo encontrar trabajo en el área que está especializada, así buscó otra fuente de ingreso económico.

Empieza el día con una sonrisa en el rostro y con el humor. Y mantiene esa actitud durante el día. Marthita vende sus dulces a los estudiantes de los diferentes años y los acoge para que se sientan apreciados y entren en confianza con ella. “Me siento feliz, al ver que me dicen mami Martha, vengo aquí soy la mujer más feliz y me olvido de todas mis penas”.

 

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