Junio 29, 2025 -HC-

Más allá del discurso: desmantelar la hegemonía socialista en Bolivia


Domingo 29 de Junio de 2025, 10:15am






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El modelo socialista, en su versión autoritaria, es profundamente cruel y despótico. Se basa en una lógica unilateral donde no caben las diferencias ni el disenso. Solo importa la visión del líder, que somete al pueblo bajo el pretexto de liberarlo de un enemigo imperial. En esta lógica, el pueblo pierde su humanidad para convertirse en una masa sin personalidad, útil solo como instrumento de lucha, el cual no importa si sufre, pasa hambre o es usado como carne de cañón en bloqueos; todo se justifica en nombre de la liberación y la lucha global contra el imperialismo, incluso interplanetario como alguna vez dijo Evo Morales.

Los teóricos socialistas de café y caviar, acuñados en universidades, revisten esta deshumanización con términos como lo nacional-popular, proletariado o movimientos sociales, legitimando a su vez, el rol mesiánico de líderes que, en nombre del pueblo, se creen con derecho exclusivo a gobernar y usar al pueblo como les plazca en su cruzada contra el imperialismo. Así, justifican el uso de la violencia incluso contra sus propios compatriotas, a quienes acusan de ser aliados del imperialismo por el solo hecho de pensar distinto y creer en un modelo económico diferente que además unifique campo ciudad.

Este discurso no es ajeno a Bolivia, Evo Morales y el MAS, supieron manipular el relato de lucha contra el imperialismo, protección de recursos naturales y lo combinaron con un discurso racial simplista de “k’aras vs. indios”, profundizando divisiones para consolidar su poder, saquear el Estado y empobrecer al país por 20 años. En este modelo, la miseria no es una consecuencia no deseada del socialismo, es parte del plan, mientras más hambre haya, más fácil es convencer al pueblo de que su desgracia se debe al capitalismo y no a la mala gestión y corrupción de nuestros libertadores.

En este contexto, figuras como Tuto, Samuel o Jaime Dunn no representan una verdadera alternativa, han sido funcionales al régimen, aceptando migajas a cambio de simular una democracia. No han construido un bloque real de contrapoder, y los que sí han incomodado de verdad al sistema, han sido perseguidos, encarcelados o incluso eliminados. Siendo expulsados del país por 11 años, y armados procesos penales sin el debido proceso y respeto por la ley y los derechos humanos.

Creer que estos políticos tradicionales son opción de cambio es ingenuo, si realmente hubieran representado un peligro para Evo y el bloque socialista, ya no estarían en el escenario o hubieran sido perseguidos. Seamos sinceros, todos ellos fueron también cómplices del desgobierno y del relato que permitió a Luis Arce emerger como sucesor moderado al gobernar con Jeanine Añez. En esta realidad, la única salida real para Bolivia, pasa por construir un bloque contrahegemónico, cultural y político, que desmonte el relato socialista desde sus raíces.

Afortunadamente, hay señales, de actores políticos y sociales, que, en lugar de buscar alianzas con los viejos aparatos, apuestan por reconstruir el vínculo con la ciudadanía desde lo local, con resultados concretos y sentido común, buscando la trasformación del país, su unidad y paz, romper la lógica de sumisión al Estado y los líderes socialistas, como única forma de garantizar de derechos, mostrando que se puede gobernar desde la eficiencia, la reconciliación y la alianzas público privadas, como paso para desmontar esta estructura ideológica autoritaria socialista que ha hecho tanto daño a nuestro país. Esto es posible, porque un país rico, es un país que jamás caerá en garras del socialismo. Pero hay que advertir, que quienes fueron cómplices y cogobernaron con los déspotas y dictadores, por 20 años, jamás serán opción de liberar nada y que ahora vengan de santas palomitas y opciones reales son en el fondo una muestra más de como el socialismo usa a estos personajes para seguir reinando asi como candidatos como Eva Copa, Jhonny Fernandez, Del Castillo y nuestro estimado Andronico Rodriguez. Transformar Bolivia pasa por dejar atrás el socialismo y su cúpula en el país.

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