El líder de la Resistencia Juvenil Cochala (RJC), Yassir Molina Lozada, se abstuvo de prestar su declaración informativa en el Ministerio Público por la querella en su contra presentada el 6 de octubre de 2020 por irrupción en el edificio de la Fiscalía General del Estado de la ciudad de Sucre y daños provocados a patrimonio del Estado.
“Me voy a abstener de prestar mi declaración informativa”, dijo, según establece el acta respectiva.
La querella contra Molina fue presentada por el presidente del Comité Cívico de Defensa de los Intereses de Chuquisaca, Delfin Romero Aguilar, por organización criminal con relación a los delitos de privación de libertad, tenencia, y porte o portación de uso de armas no convencionales, atentar contra bienes públicos, destrucción o deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional, entre otros.
Otra denuncia fue también presentada por el caso bajo similares tenores por la presidenta de la Brigada Parlamentaria de Chuquisaca, Epifania Zenteno Mamani, así como la senadora Elizabeth Oporto y la adhesión posterior de la alcaldesa de Sucre, Rosario López.
Según los antecedentes, Molina y varios miembros de la RJC irrumpieron en la Fiscalía General del Estado para exigir la renuncia de su titular, Juan Lanchipa, quien fue acusado por diversos comités cívicos del país de estar parcializado con el Movimiento Al Socialismo en el caso de varias denuncias.
Los sindicados pintaron paredes, lanzaron petardos contra las puertas y las ventanas del inmueble patrimonial que quedaron destrozadas y pretendieron agredir a servidores públicos y transeúntes.
“No conforme con este hecho el señor Yassir Molina, líder de la RJC, de manera irresponsable y sin medir consecuencias por medio de la prensa instiga a otras resistencias a sumarse a su consigna exigiendo la renuncia del Fiscal General del Estado”, menciona el acta de declaración informativa en sus antecedentes.
El documento manifiesta, además, que Molina advirtió que los miembros de la RJC iban a quedarse a la espera de la renuncia de Lanchipa y que de no darse iban a tomar las medidas pertinentes que decidan con los comités cívicos, para luego lanzar la frase: “Este señor tiene hasta este martes para irse o nosotros lo vamos a sacar”.
(ABI)