La Paz, 17 de agosto (Urgentebo).- “Chile: Escándalo en Cancillería ¿presagia desastre en La Haya?, es el titular que le da el Instituto de Estudios Políticos y Estratégicos a un artículo en el que advierte que Chile perderá en el litigio marítimo que afronta con Bolivia que lo demandó para negociar una soberana al océano Pacífico.
Este es el artículo que se publicó en dicho sitio:
Sería inminente la temida sentencia favorable a Bolivia en La Haya. Una parte de la élite chilena habría empezado a curarse en salud.
"Ignorantes y Corruptos", es el concepto con el que caracterizan hoy a su Cancillería.
Para asegurar que la noticia dé la vuelta al mundo, han comenzado destruyendo a Alfonso Silva Navarro, actual Co Agente ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya para la Demanda de Bolivia y Embajador en Washington, designado por actual Canciller Roberto Ampuero, quien podría verse involucrado en el problema, a pesar de su estrecha amistad con Sebastián Piñera.
Antes de ser designado como Embajador de Chile ante el Imperio USA, Silva Navarro se desempeñó como Secretario General de la Cancillería.
Silva Navarro es pues el hombre fuerte del antiguo régimen hoy en demolición. Si quienes deben decidir actuaran en consecuencia con las revelaciones del artículo que presentamos a continuación, debiera ser inmolado junto a toda la Cancillería que representa y simboliza: fraudulenta, como recién acaba de descubrirse.
La élite política chilena cierra filas con su Cancillería frente a Bolivia en La Haya
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Reiteramos, será subida sola a la pira en mención, si todo sale bien. Seguiría así los pasos de muchos de los oficiales que en 1973 recien salían de la Escuela Militar y que hoy agonizan en la carcel de Punta Peuco en nombre de los Derechos Humanos, para expiar las culpas, tanto de los generales que dieron el golpe de Estado y gobernaron 17 años, como de la oligarquía endogámica que los sostuvo; despojando al prójimo para enriquecerse, una vez más.
El líder de la llamada vuelta a la democracia, Don Patricio Aylwin, describió en su momento dicho espectáculo pleno de chilenidad, como "justicia en la medida de lo posible", la cual desearían que se repita en La Haya. Ésta consiste en aplicarle la ley al débil y en librar al fuerte.
Recuérdese que para esa oligarquía, cuarenta años después, Sebastián Piñera creó la categoría de "cómplices pasivos", que los libró de todo mal.
La entidad que fiscaliza a la Cancillería actualmente existente, el Consejo Nacional para la Transparencia (CPLT), con su solo nombre garantiza la "corrección política" necesaria para justificar cualquier demolición.
Un dedo acusador anónimo ha puesto la lápida sobre Alfonso Silva Navarro: "Pinochet lo puso ahí [en la Embajada de Washington] pocos meses después que la DINA asesinara a Letelier...".
Vale decir, sugieren que Alfonso Silva, con sus ventitantos años, inició su carrera diplomática como parte de la conspiración política que llevó a la muerte en las calles de Washington a Orlando Letelier, uno de los intectuales más ilustres del Chile de los años 60. ¡Nótese que su vínculo con Pinochet era directo!
Pero el escándalo deberá ser de grandes proporciones si se desea que el ciudadano chileno honesto olvide que todo fue resultado de "una sólida política de Estado".
