Buenos Aires, 3 de enero (Marco Basualdo para Urgente.bo).- Gambetas, sudor, gritos, sacrificio. En los predios del Deportivo Español, club de fútbol argentino fundado por la comunidad española de aquel país en 1956, un grupo de muchachos de semblantes morenos disputa la pelota, desde mediados de noviembre, ante la sigilosa mirada de su DT, un exfutbolista “gaucho”, cuyo nombre fue coreado por miles de bolivaristas con la métrica “Chio-ra-zzo, Chio-ra-zzo“, en el Hernando Siles. Este jugador llamado Horacio lidera en la actualidad un proyecto por demás ambicioso para el abatido fútbol de Bolivia: encontrar a los futuros ídolos de ascendencia boliviana, llamados “bolitas” en territorio argentino, que puedan aportar al balompié bolivarista y nacional.
Horacio Chiorazzo (1976, Buenos Aires, Argentina) fue un destacado delantero de Bolívar entre los años 2000 y 2004, cuadro en el que fue campeón nacional en dos oportunidades, además de goleador de la Copa Sudamericana en el 2004. Aquella vivencia académica fue tan entrañable que lo ató al punto de mantenerlo codificado al canto de BO-LI-VAR, BO-LI-VAR. “Después de irme de Bolivia jugué en Ecuador, Chile, Colombia, luego me retiré del Deportivo Español en 2010, pero tengo los mejores recuerdos de mí estadía en La Paz, donde me trataron realmente muy bien”. Aquel lazo nunca se cortó y es de donde surge este programa mancomunado para alimentar a la cantera celeste. “Es un proyecto que ha organizado Rodrigo Marquez, empresario ligado a Deportivo Español, con quien nos hemos propuesto observar y hacerles el seguimiento a los hijos de la colectividad boliviana y también a bolivianos con residencia argentina, con el fin de encontrar a algunos futbolistas que puedan jugar en Bolívar”, comienza explicando el goleador.
Bajo esa propuesta, las convocatorias fueron exhibidas en redes y barrios porteños donde se sabe de la presencia de migrantes bolivianos y sus hijos, desde octubre pasado, con una respuesta casi inesperada, pues casi 500 adolescentes se dieron cita, desde el pasado 13 de noviembre, hacia los predios del club en el barrio de Soldati. “La propuesta resultó siendo un nexo muy importante entre la comunidad boliviana en Buenos Aires y el club Bolívar; sería muy difícil que la dirigencia del equipo pueda fijarse en los chicos que viven acá, pero de esta manera ellos tienen la oportunidad de que el ‘profe’ los pueda ver”, explica Chiorazzo. En esa tarea fue que arribaron en las primeras semanas de noviembre tres entrenadores desde La Paz, para acompañar el proceso de búsqueda de nuevos talentos. “Son scoutings (exploradores) y son también los que tienen la última palabra para definir si los incorporan o no a las inferiores o al equipo profesional de Bolívar”.
Pero ¿cuál es el plus con el que podrían contar los hijos de bolivianos en suelo argento? “Estos chicos juegan distinto, al estilo del fútbol argentino, pues se contagian de esa picardía que es tan típica de nuestro ambiente que sin dudas pueden aportar, y mucho, al fútbol boliviano. Podrían dar frutos y trabajamos para eso, para poder detectar a posibles talentos del mañana”, explica el autor de esta iniciativa, que en un principio no encontró el eco que se merecía pero que fue tomando forma gracias a las negociaciones de Marquez. “Yo solo vengo a ser la cara del propósito por mi pasado con el club”, dice Chiorazzo, descartando además cualquier intervención del Presidente Marcelo Claure en dicha propuesta “porque es una persona que tiene muchas ocupaciones y que no puede asumir este tipo de compromisos”.
Presentes
De ese modo, el lunes 13 y martes 14 de noviembre se apersonaron a la convocatoria chicos de las categorías 2006, 2007 y 2008, y el miércoles 15 y jueves 16 las categorías 2009, 2010, 2011 y 2012. “De ahí hicimos una selección que volvimos a ver el fin de semana siguiente, que enfrentó en un partido amistoso contra la alineación de Bolívar sub 13, equipo que además enfrentó partidos amistosos contra Boca Juniors y Vélez Sarsfield”, explica Chiorazzo. El ex jugador también menciona que el nivel futbolístico de los emplazados lo sorprendió de sobremanera, “han quedado varios jugadores preseleccionados que han gustado mucho tanto a mi persona como al grupo de scoutings, aunque es mejor no adelantarse porque en este tipo de trabajo, los plazos son muy largos. Los de la 2012, por ejemplo, tienen aún mucho tiempo para entrenar, para hacerse fuertes físicamente. Pero lo que nosotros tenemos como tarea es ver el potencial del talento en cada uno”.
Si bien Chiorazzo acepta que aún es muy prematuro el dar a conocer algún nombre, confiesa que aparecieron algunos muchachos que lograron sorprender al cuerpo técnico, como un “pibe” de apellido Choque. “Para ellos es una oportunidad única para probarse en Bolívar, seguramente los padres les habrán hablado muchísimo de lo que significa el club para la historia del fútbol boliviano. Vinieron chicos que estaban jugando en el club Riestra y otros que juegan en Atlanta, por ejemplo, esto quiere decir que traen un nivel importante y que esta experiencia también es muy significativa para ellos”, dice Chiorazzo mientras, de fondo, se escucha un grito desaforado de gol.
El fútbol boliviano
“A veces es necesario pegar un volantazo. Sé que echaron a (Gustavo) Costas, pero también hay una realidad, que la selección boliviana está pasando por un nivel muy bajo. A mi me tocó estar en una época en Bolivia donde la selección era un equipazo, tenía a muchos de mis compañeros jugando, de Bolívar tenía a nueve compañeros en la selección, todos grandes jugadores. Hoy creo que se está pasando por un momento bastante delicado. Y espero que pronto pueda salir una buena camada, es una buena oportunidad para renovarse y alcanzar los objetivos”.
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