El bonito discurso del litio contrasta con su dura realidad
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La comunidad LGBT a diario sufre discriminación por parte de la sociedad y su propia familia. Hay quienes sufren el rechazo, olvido e impunidad, incluso después de la muerte.
Viernes 22 de Julio de 2022, 4:00pm
Kelly Cruz (Revista Oxígeno).- Alessandra Roberth era una joven transexual. Decidió hacer pública su condición sexual, pese a la discriminación de su familia. Vivía en Montero (Santa Cruz), pero la situación económica la hizo migrar a Cochabamba, con el fin de ayudar económicamente a su familia. Aunque no era aceptada por sus abuelos, ella enviaba dinero para el sostén del hogar.
Las amistades de la familia de Alessandra creyeron que se fugó del hogar, porque la familia nunca dijo que se fue a trabajar y que ella enviaba dinero. Todos ocultaron la sexualidad de ella. En la Llajta se dedicó al trabajo sexual y fue asesinada el 5 de febrero de 2021, en la habitación de un hostal de Cochabamba. Ese día, las amigas de ella le propusieron ir a comer, pero ella les dijo que tendría que atender a un cliente y que las alcanzaría un poco más tarde. Las jóvenes llegaron al hostal en la noche y vieron que había luz y música en la habitación de Alessandra y no la molestaron, pero al día siguiente ella no respondía los mensajes en su grupo de WhatsApp, ni contestaba su celular. Entonces, las amigas pidieron al administrador que abriera la puerta y al entrar la encontraron en su cama cubierta con unas sábanas. Estaba muerta. Fue estrangulada con el cable de una plancha de cabello.
Alessandra era alegre, decidida y solidaria. Sus amistades destacan que se aceptaba y sostenía que quienes estaban mal eran “ellos y no ella” y se indignaba cuando escuchaba los hechos de violencia contra la comunidad LGBT. Pese a todo, a sus 19 años, fue víctima de “doble discriminación” por ser transexual y por ejercer el trabajo sexual. Fue víctima de un feminicida o de la homofobia.
La muerte de Alessandra ocurrió hace 16 meses y no hay resultados de la investigación de la Policía ni de la Fiscalía. La familia realizó los trámites con el nombre de hombre y no con su nueva identidad. Entonces, es otra muerta que queda en la impunidad porque la familia prefiere que el caso quede en el olvido o porque las autoridades reaccionan con indiferencia. Una investigación de la Fundación para el Desarrollo Comunal – Enlace concluye que muchos casos de violencia por transfobia que afectan a la población LGBT no son denunciados.
Quienes son agredidas por homofóbicos muchas veces deciden permanecer calladas, por miedo a revelar su identidad y hay casos en que la familia no denuncia por miedo a que sus parientes, amigos y cercanos a ellos se enteren de que su hijo o hija tenía otra preferencia sexual.
El rechazo familiar están fuerte que hay jóvenes que toman la decisión de quitarse la vida porque no hallan apoyo o no tienen otra opción que dedicarse a ser trabajadoras sexuales y mueren en manos de sus clientes.
El duro papel de la familia
María del Rosario Aquim Chávez, presidenta de la Fundación para el Desarrollo Comunal – Enlace, informó a la revista Oxígeno que el 2021 hubo tres suicidios por parte de jóvenes de 16 a 17 años, que sufrieron el rechazo de sus familias y la expulsión de sus hogares luego de que revelaron su condición sexual.
“La familia asesina, el año pasado tuvimos tres suicidios de chicas de la comunidad, ¿quiénes fueron causantes de esos suicidios?, la familia y la agravante de esto es que no se denuncie como suicidio y la familia no se siente aludida”, dijo la presidenta de Enlace. Aquim lamenta esta situación, ya que es una vulneración a los derechos humanos de la comunidad. “Por lo menos tendrás el derecho a una muerte digna”, se plantea como desafío.
Varios casos no son resueltos ni investigados. Enlace hizo seguimiento de seis casos de “Transfeminicidio” de los muchos registrados y concluyó que solo dos fueron resueltos por la Policía. “La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) no tiene registros de estos asesinatos, ni la Defensoría del Pueblo. Qué pasa con esos casos. Los registran con el nombre de hombre de la compañera transgénero, como si fuera asesinato. Cuando no lo es. La otra cosa es que no registran el caso o la tercera hipótesis es que la familia no se aproxima porque no quieren creer que su hijo es una compañera trans”, lamentó Aquim.
En ese contexto, la activista dice que se debe continuar con las políticas en defensa de los derechos humanos de la comunidad LGBT, lo que significa apelar a la familia para que no echen de sus hogares a los jóvenes que optan por su preferencia sexual. Así se evitarán muertes. “Esto se tiene que seguir presionando, combatir la impunidad, no pueden seguir estos crímenes, yo no puedo sacarla de mi casa a mi hija por ser lesbiana y que se arriesgue en la calle, que se drogue y por último decida suicidarse. La familia actúa como si nada como no hubiera provocado este suceso, hay muchísimos suicidios en la comunidad LGBT que nadie dice nada”, añadió.
El caso de Adri Adely
Uno de los casos resueltos por la Policía es el de Adri Adely Jurado, quien fue victimada por su cliente, quien al darse cuenta de que era mujer trans la apuñaló dentro de un motel en El Alto.
Adri Adely Jurardo era una mujer trans. Se dedicaba al trabajo sexual y un hombre requirió su servicio la noche del 12 y la madrugada del 13 de julio de 2018. Ambos ingresaron a un alojamiento de la ciudad de El Alto. Él, tras ver que ella era transexual la apuñaló con un cuchillo, dejándola ensangrentada y moribunda. El autor fugó del lugar, pero como efecto de la presión de la población que calificó el crimen de transfobico, la Policía se movilizó. Fue el primer caso calificado de feminicidio. El hombre fue identificado y un juez dispuso detención preventiva en la cárcel de Chonchocoro de La Paz.
La activista Rosario Aquim lamentó el calvario que tiene que pasar una persona perteneciente a la comunidad LGBT. “El cuerpo de una hermana tras, el de un hermano gay o el de una hermana lesbiana, no le interesa a la sociedad. Tenemos más de 90 crímenes de odio, de los cuales están registrados seis en las estadísticas oficiales, de los seis casos solo uno tiene sentencia”, dijo Aquim.
Aquim denuncia que no hay justicia para la comunidad LGBT, porque las instituciones encargadas de investigar los “transfeminicidios” se resisten a investigar como tal, pese a que el hombre la mata por esta condición sexual.
“¿Acaso hay justicia y peor aún con el cuerpo de una hermana trans, de un hermano gay, de una hermana lesbiana o de una hermana intersexuado?, ¿no son humanos? Ahí está la respuesta de parte del poder, ante este tipo de crímenes, eso quiere decir que esos cuerpos no son humanidad y que los derechos humanos, tú te los pasaste por tu nariz, te llenas la boca de los derechos humanos, pero de qué humanos te estás refiriendo”, lamentó Aquim.
El problema no es psicológico, es existencial
La Fundación para el Desarrollo Comunal – Enlace se dedica ayudar y brindar apoyo a los jóvenes que pasan por esa etapa transitoria, ayudándolos a encontrarse y evitando crisis emocionales, como las que provoca la familia o la sociedad. “Enlace tiene un servicio de trasformación, nos centramos más en la parte existencial, con lo que tú eres, quien soy yo. Trabajamos sobre la pregunta ontología existencial, ¿Cómo tú asumes la respuesta ante quién soy yo? Ahí viene nuestro acompañamiento. Más que psicológico, no creemos que el tema LGBT sea un problema psicológico, eso es un tema existencial”, dijo María de Rosario Aquim.
El programa que Enlace maneja es para que los jóvenes que aún sienten miedo o piensan que es algo malo lo que les sucede. “El 99% de los humanos no sabe quién es y no saben qué quieren, a dónde van, cuál es tu destino y mueren sin saber qué es. Damos los cursos para que tú te encuentres contigo mismo. Vos llegarás a las conclusiones que quieras después de la orientación que se te dará, de qué es lo que quieres con tu cuerpo, con tus genitales, o si quieres asumir o no un género”, explicó.
Según Aquim, Enlace ayuda a la aceptación y preparación para afrontar a la sociedad, ante el cambio que quiera realizar en su cuerpo. La desventaja es que la población no la acepta. “La ventaja es que se sienten realizadas, después de reflexionar sobre lo que son, su ontología y llegan a la conclusión de que es lo que quieren al encontrar así misma. ¿Cuál es la desventaja?, que la sociedad no se lo perdona a una compañera tras, él no le perdona haber renunciado a los privilegios de la masculinidad y volverse una mujer”.
A los jóvenes que pasan sufren indecisión, Aquim les dice que “el valor más alto es la dignidad y la dignidad de la vida, que es única, e irrepetible. El máximo valor es la dignidad. A cualquier ser humano, que no renuncie a lo que te hace digno, eres irrepetible, si renuncias a eso, estás muerto”.
El único y crítico camino, la prostitución
Muchas mujeres transexuales deben dedicarse a ser trabajadoras sexuales, porque son rechazadas en un trabajo o en una empresa, a pesar de que muchas personas tienen una destacada hoja de vida, que incluye especialidades. La población las discrimina y las margina.
“Conozca a muchas compañeras tras que tienen maestría en ecología, filosofía, turismo y en otras, por qué no obligan a las empresas a que contraten el 1% de su personal que sean hermanas trans, con eso estarían contribuyendo que las hermanas tras no se vayan al lado de la prostitución como único destino”, denunció Rosario Aquim.
Lo que ocurre en realidad es que la sociedad comete diferentes tipos de violencia con esta comunidad: los apartan de la casa, los aíslan para que vivan de manera marginal, no les permiten trabajar libremente y finalmente los hombres las golpean o las matan.
“Vivimos un proceso de cambio que te dice que no debes ser discriminador ni racista. Esto está bonito en el papel, la ley dice que es una sociedad no racista, una sociedad no discriminadora, pero en la práctica es otro el cuento. Hay seres humanos hermosos que están siendo víctimas de tu discriminación, de tu violencia, porque la violencia no es solo que yo te mate a ti, no solo es que te acuchillen, violencia es que no te vea, violencia es que no importas”, manifestó.
Cada día el colectivo LGBT batalla por hacer respetar sus derechos e incluyendo más normas para que se respete los derechos humanos de esta comunidad. “Ellos una vez al año tiene un congreso nacional donde definen las orientaciones de la lucha. En los últimos años, la lucha se ha centrado en la ley de identidad de género, y la ley termino siendo de cambio de nombre, cuando esa ley se esperaba que sea una ley de otorgación de derechos plenos para la población trans”, dijo.
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