29 de diciembre (Urgente.bo).- Los datos del Sedes indican que en el área rural hay poco interés en la vacuna anticovid y como tal un rechazo al mismo. Para el historiador e intelectual indianista Pedro Portugal, los indígenas no aceptan la inmunización por un trasfondo colonial; y no precisamente se trata de un rechazo al conocimiento; porque hoy varios jóvenes indígenas buscan estudiar y adaptarse a los saberes contemporáneos; sino de “la utilización del saber”.
“La gente tiene un rechazo a la cuestión médica no por el conocimiento mismo, sino por el trasfondo colonial de menosprecio de difamación que existe, lo que quiero indicar es que son hechos políticos, de tipo colonial de colonización que marcan la relación con el saber”, indicó.
El indianista expuso que este tipo de ideología que desemboca en el rechazo de las vacunas, es la consecuencia de una historia política, de fenómenos sociales en las cuales ha estado Bolivia involucrada y hasta hace poco lo sigue habiendo.
“Hay un deseo fuerte de las naciones indígenas de entrar y de alcanzar y de estar en un plano de razonamiento científico que es el saber universal, pero ¿por qué esta especie de contracción? Porque al mismo tiempo que vemos un tremendo empuje al saber contemporáneo, vemos focos de resistencia bastante fuertes a la vacuna es porque en algunos aspectos médicos todavía está impregnado el tinte colonial, no en cuanto al saber mismo, sino a la utilización que se hizo del saber para dominar y para mantener abajo a cierta parte de la población”, añadió.
Es decir, se trata del marginamiento del sector indígena en cuanto al conocimiento, del acceso a la tecnología y a la ciencia contemporánea, según Portugal.
“Hubo una cuestión constante en la historia boliviana el marginar una parte de la población (indígena) del conocimiento y del uso del saber contemporáneo”, dijo.
Explicó que hace años tener un título profesional era un privilegio de cierto grupo social, de cierta raza, además se implementó el año en provincia de los médicos lo que hizo que no haya una atención propia al comunario.
Asimismo, mencionó que en la ciudad los grupos antivacunas están relacionados con una corriente mayor e internacional donde se habla de un nuevo orden mundial y que está en contra de la repoblación. Por ello aclaró que el movimiento no está liderado por grupos indígenas, pero sí despierta interés en ellos.
Mencionó que estos grupos antivacunas en las ciudades muestran “un rechazo ideológico de los sectores occidentales ante la ciencia y a las situaciones políticas que acompañarían al modernismo”.