25 de marzo (Urgente.bo).- El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, este sábado en una conferencia de prensa rechazó el informe de la calificadora Moody´s que revisó la calificación de riesgo de B2 a Caa1. Además, indicó que se reafirma la política cambiaria para asegurar la estabilidad económica de Bolivia, asimismo ratifica su compromiso con el cumplimiento del servicio de la deuda.
Montenegro indicó que la calificación de Moody´s es considerada como apresurada porque no toma en cuenta todas las variables macroeconómicas que contribuyen a la estabilidad económica de Bolivia, tampoco evalúa el impacto devastador de la guerra Rusia-Ucrania sobre la economía mundial con el alza de precios de alimentos, inflación descontrolada, subida de tasas de interés, quiebra de bancos, entre otros.
“Nosotros queremos rechazar ese informe (de Moody´s) pues la calificadora no ha contemplado ni ha tomado en cuenta las fortalezas que tiene la economía boliviana en este contexto de inestabilidad económica financiera a nivel mundial”, dijo Montenegro.
La agencia de evaluación de riesgo Moody’s este viernes anunció su decisión de rebajar la calificación de Bolivia como emisor de deuda de B2 a Caa1. Observa factores como una gobernabilidad débil, una defensa insostenible del tipo de cambio y la caída de reservas internacionales líquidas que ha precipitado un shock de confianza.
Según un comunicado emitido por el Ministerio de Economía donde detalla que la observación de Moody´s sobre las RIN se constituyen en una variable de flujo y no son estáticas, su posición varía constantemente en función al desempeño de diversos factores. En 2022, el movimiento de las RIN fue influenciado por el contexto internacional adverso, como:
- El incremento de los precios internacionales de los carburantes, que significó un aumento del monto subsidiado de los combustibles; sin embargo, el Gobierno Nacional mantiene la estabilidad de precios y el poder adquisitivo de las familias bolivianas.
- El aumento de las tasas de interés internacionales, en respuesta a la elevada inflación mundial, conllevó a un aumento del pago de intereses de la deuda pública externa.
Además la calificadora no habría evaluado la reducción del déficit fiscal de 12,7% en 2020 a 7,2% en 2022, tampoco habría valorado que Bolivia mantiene el índice de inflación más baja de Sudamérica, producto de las medidas aplicadas por el Gobierno para estabilizar los precios de la canasta familiar y así proteger a su población.
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