23 de mayo (Urgente.bo)- El proceso electoral se ha judicializado con recursos constitucionales contra partidos políticos y el rol del Tribunal Supremo Electoral (TSE) es cuestionado. El estudiado en materia electoral, Grover Alejandro Pilco, sostiene que la institución no cumplió con la fiscalización y, por lo tanto, tiene toda la responsabilidad.
“El Tribunal Supremo Electoral, en mayor o en menor medida, no ha cumplido su función principal, que tiene que ver con la fiscalización a estas organizaciones políticas (…) el TSE tiene que regular y fiscalizar el funcionamiento de las organizaciones políticas, supervisar el cumplimiento de la normativa vigente y sus estatutos internos, fiscalizar el patrimonio, origen y manejo de sus recursos económicos”, expuso Alejandro a Urgente.bo.
Para el experto, el TSE dio ciertos resquicios para que la ciudadanía o las personas puedan cuestionar el porqué una organización política se encuentra habilitada para las elecciones.
En esa línea, sostuvo que el TSE tenía que entregar una lista de organizaciones políticas que cumplen con todos los requisitos, antes de emitir el calendario electoral.
Lo ideal, indica, hubiese sido mostrar si estas organizaciones cumplen con la normativa, si renovaron sus directivas, si presentaron sus estados financieros, y si obtuvieron su personería jurídica sin observaciones y en los plazos.
“El TSE no debía dejar esa puerta abierta o esa ventana abierta, ese resquicio, para que la gente pueda cuestionar, entonces, quien nos ha llevado, en mayor o en menor medida, a esta judicialización, a esta lluvia de recursos constitucionales, es el mismo TSE”, dijo.
Asimismo, indica que el TSE dejó las puertas abiertas con la ampliación de plazos para las organizaciones que buscaban adecuar sus estatutos y elecciones directivas. Hecho que mostró su falta de firmeza y seriedad.
Por otro lado, Pilco asegura que el principio de preclusión, cuya ley aún no fue aprobada en el Senado, es importante, pero cuestiona que haya una norma que específicamente busque aprobar este principio, ya que podría ser contraproducente al haber un "Órgano Electoral, que no cumple su rol de fiscalización".
“La preclusión es importante. Pero la preclusión tiene que ser sobre cosas bien hechas. Tiene que ser sobre certezas. Imagínense que el Órgano Electoral, asumiendo que no ha fiscalizado bien el cumplimiento de normativa interna, con la preclusión nos dirá, ‘es verdad, sí, no hemos fiscalizado’ y como habría un principio de preclusión, esas organizaciones políticas vayan (a las elecciones)”, sostuvo.