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Tan conocida es Ana Choque que viajó a Brasil para asistir el alumbramiento de una boliviana que prefiere a ella antes que a los médicos ginecólogo obstetras.
Miércoles 9 de Noviembre de 2016, 1:00pm
La Paz, 09 de septiembre (Urgentebo).- Ana es terapeuta de tiempo completo. Una mujer que inspira confianza y que, con el tiempo, ha perdido ya la cuenta del número de bebés que ayudó a nacer. Ella es una de las parteras más reconocida en el país, tanto que en los últimos años dirige seis alumbramientos por semana.
Tan conocida es Ana Choque (55 años de vida y 40 años de partera) que viajó a Brasil para asistir el alumbramiento de una boliviana que prefiere a ella, antes que a los médicos ginecólogo obstetras.
“Soy conocida a nivel nacional, tengo pacientes en los nueve departamentos, incluso fui al exterior a atender un parto. Ellos pagaron mis pasajes, a ella le programaron cesárea y ella no quería”, cuenta
Viajó a Brasil el 2015. Fue contactada por teléfono, ella aceptó el trabajo y no hubo complicaciones en el parto.
Ana lleva en los genes el “oficio” de partera. La primera en ejercerlo fue su abuela, luego su madre; ella es la tercera generación. Pues es una especialidad que se aprende entre mujeres y en ambientes íntimos.
Su madre fue su mentora y profesora. Comenzó como ayudante de partera a sus 12 años. Atendió su primer parto a los 16 años. Hace 39 años era un atado de nervios, pero no cayó presa del miedo. Con las lecciones en mente, ayudó a que el bebé llegue sano y la madre sienta alegría. Y no lo olvida.
Hoy ella es valorada y demandada, porque es psicóloga, consejera y hasta tramitadora
Cuenta que su labor requiere de compromiso y responsabilidad, porque en sus manos está la orientación en la gestación, el parto y posparto del bebé.
Ella tiene grandes habilidades; palpando el abdomen y tomando el pulso sabe si la gestante y el ser humano que está en el vientre de ella, están en buena salud o no.
Choque atiende en promedio seis partos a la semana, en el área rural y sobre todo en las ciudades.
Las mujeres de pollera son quienes demandan su asistencia principalmente. A ellas las orienta y las concientiza para que hagan sus controles prenatales en el sistema de salud institucionalizado.
“Les explicamos; nosotras las orientamos, hasta de psicólogas hacemos, para que no tenga miedo en su parto”, dice.
Cuenta que las mujeres la buscan para evitar la cesárea que le programaron los médicos, para lo que pone en práctica métodos que hacen posible un parto natural sin riesgos.
También ayuda en los controles prenatales. Ella va hasta las casas de las mujeres embarazadas, controla cómo va el embarazo. En estos días hace aquello con 10 gestantes.
También es mediadora e interlocutora entre médicos y madres gestantes del área rural, que solo saben hablar aimara.
Tras atender el parto, ella otorga el certificado de nacimiento para la ñiña o el niño nacido vivo. Apunta todos los datos personales del bebé y de los padres en el documento.
Desde el año pasado, es la Presidenta del Consejo departamental de Parteras de La Paz, que tiene a 28 registradas y 200 a la espera de registrarse.
En este papel, el objetivo de Ana es que las parteras sean parte de los centros de salud para un diálogo entre el conocimiento de los médicos y los que ellas adquirieron.
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