3 de diciembre (Infobae).- Andrew Redmayne es el as bajo la manga que tiene el entrenador australiano Graham Arnold en caso de resistir los embates de la selección argentina de Lionel Messi y llevar la definición de los octavos de final del Mundial de Qatar hasta los penales. El portero ganó fama mundial tras convertirse en el héroe de los Socceroos en la Repescha contra Perú.
En ese partido, el futbolista de 33 años contuvo el último tiro en la definición y se destacó por su particular baile antes de cada ejecución de sus rivales. El director técnico lo mandó al campo de juego en el final del alargue como su carta ganadora (en lugar de Ryan, el golero titular y capitán del plantel) y le trajo buenos resultados.
En cada previa a los remates de los jugadores peruanos, el guardameta oceánico efectuó un particular baile con el objetivo de desconcentrar a sus rivales. En tres de ellos no tuvo resultado, pero tuvo una señal a favor en el tiro que Luis Advíncula pegó en el palo derecho. Aunque la explosión llegó con la última ejecución de Alex Valera, que contuvo Redmayne arrojándose a su derecha.
“Es una manera de que el rival no sepa a dónde me voy a tirar y además quiero que se pongan nerviosos, que el arco les resulte más chico de lo que realmente es. No siempre me da resultado, pero esta vez me permitió atajar dos remates”, explicó en 2019, cuando usando esa misma técnica fue la figura en la definición del título que su equipo, el Sydney FC, le ganó por 4-1 en los penales a Perth Glory por la final de la liga del fútbol australiano. En esa oportunidad contuvo dos penales y en uno de ellos, acertó la intención de picarla de su rival.
Andrew Redmayne, al igual que en la gran mayoría del trayecto rumbo a Qatar 2022, fue suplente y por el momento no sumó minutos en la Copa del Mundo. Vio desde el banco la derrota por goleada ante la vigente campeona Francia y los triunfos ante Túnez y Dinamarca, lo que les permitió avanzar a los octavos de final como segundos del Grupo D.