La Paz, 07 de junio (Urgente.bo y agencias).- Al 96,378% del escrutinio de los votos válidos de la segunda vuelta electoral del Perú, el profesor rural Pedro Castillo acaricia la Presidencia del vecino país. Sindicalista de 51 años, el candidato de Perú Libre se ha enfrentado a Keiko Fujimori, la abanderada de Fuerza Popular y la noche de este lunes ha salido a pedir que respetará los resultados del balotaje de este 6 de junio. “Gracias por poner el hombro. Tenemos que ser respetuosos de la voluntad popular. Seré el primero en hacer respetar la voluntad del pueblo peruano aquí y allá”.
Nacido en Cajamarca, en la sierra norte de Perú, el candidato de 51 años se ha postulado por Perú Libre. Hombre formado en la izquierda, ha sido en el pasado rondero (miembro de las rondas campesinas, unas organizaciones comunales de defensa), profesor de enseñanza primaria desde 1995 y líder del magisterio que le hizo frente al Presidente Pedro Pablo Kyucinzki.
“Antes que todo está el Perú. Antes que todo está la patria que nos vio nacer. Compañeros y compañeras, tranquilidad. No nos cansaremos de decir lo que siempre hemos dicho, que solamente el pueblo salvará al pueblo”, dijo la noche de este lunes el profesor Castillo, el postulante a la Presidencia que en la primera vuelta electoral obtuvo poco más del 15% del respaldo electoral peruano.
El domingo reciente llegó a su recinto electoral en caballo y con un sombrero de paja de ala ancha y un lápiz. Así irrumpió en la escena política peruana, logrando la mayor cantidad de votos en la primera vuelta de las presidenciales y, de paso, desconcertando a gran parte de la élite del país sudamericano.
Castillo empezó la campaña electoral del bicentenario sin grandes pergaminos. No había sido autoridad electa ni un personaje popular que atropelle en las encuestas. Su campaña empezó a ser visible a nivel nacional recién en las dos últimas semanas de la primera vuelta, cuando abruptamente empezó a subir en las encuestas.
En la campaña de la primera y segunda vuelta electoral, Castillo usó una frase con la que se acercó a los peruanos que no se sintieron identificados con el sistema político basado en Lima: "¡Nunca más un pobre en un país rico!". Uso un sombrero de paja, y vistió camisas blancas con un lápiz estampado. Y montó a caballo durante su campaña electoral.
¿Qué representa Castillo para la mitad de los peruanos? Para el analista político Gonzalo Banda, representa la vida de la de un gran grupo de peruanos alejados de la vida urbana y que tiene origen en un movimiento social. “No me parece un hombre ideológicamente marxista, creo que su discurso es más de reivindicación social antes que marxista. Cerrón sí me parece más ideológico”, dice Banda.
Antes de su salto a la escena política nacional, el profesor postuló sin éxito a la alcaldía de Anguía, en Chota, por Perú Posible, y luego se afilió a este partido hasta su desaparición hace cuatro años.
La primera vuelta y el coronavirus
Al inicio de su campaña dijo que indultaría a Antauro Humala, preso por la asonada del andahuaylazo en la que cuatro policías fueron asesinados. Este hecho desató cierta atención de sectores radicales, pues en 2020 la agrupación de Humala, Unión por el Perú (UPP), obtuvo resultados positivos en el Congreso complementario.
Pero el hecho político que marcó el despegue –sobre todo en el sur del país– fue la detención que sufrió en Mazuco, Madre de Dios, por incumplir el distanciamiento social en una reunión con sus simpatizantes. A partir de allí, como narra el analista político Gonzalo Banda, se movilizó el aparato organizativo de Perú Libre y del magisterio para armar una narrativa de la persecución política.
Castillo hizo una campaña tradicional. Luego de contagiarse de Covid-19 y estar fuera de las calles por dos semanas, emprendió un recorrido por plazas y calles con contacto directo, en contra de las recomendaciones sanitarias. Ese ha sido su sello personal. mientras Fujimori concentró su campaña electoral en Lima, la capital de más de 10 millones de habitantes.
En primera vuelta, alcanzó el 15,38% del total de los votos emitidos, luego de una campaña en la que había priorizado el contacto directo. Pero su presencia más fuerte fue en regiones del sur y centro del país, pues en Lima apenas había obtenido el 6,7% y en el extranjero el 4,6%.
Hacia la segunda vuelta
Ya en la segunda vuelta se conocieron algunas de sus propuestas electorales, por ejemplo: la convocatoria a una asamblea constituyente, la limitación de las importaciones de productos que produce el Perú, la segunda reforma agraria, el invertir el 10% del PBI en salud y otro monto similar en educación.
Tiene el objetivo de convocar a una Asamblea Constituyente con el fin de reemplazar a la carta magna que, según él, tiene enfoque de libre mercado y es una herencia de Alberto Fujimori (1990-2000); el padre de la candidata con la que se enfrentó este domingo.
Llegó a la contienda de la mano de Vladimir Cerrón, el líder de Perú Libre sentenciado por corrupción con el que parte de la izquierda progresista no quiso aliarse en 2019.
Su primera propuesta de gobierno no incluyó mención alguna a la lucha contra la pandemia del Covid-19. Durante la primera vuelta electoral sufrió tropiezos por aquello, pero ya para la segunda vuelta se fortaleció con un equipo que le permitió presentar el plan Bicentenario, hecho con apoyo de técnicos de izquierda e independientes que se sumaron a sus filas en la segunda vuelta.
El ganador asumirá su mandato el 28 de julio, día que Perú conmemorará los 200 años de su independencia, una fiesta enlutada por la crisis económica y sanitaria al registrar por la pandemia de covid-19 más de 180.000 muertos que lo convierten en el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo por el coronavirus