27 de mayo (Urgente.bo).- La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, advirtió que los impactos devastadores que ocasiona la COVID-19 en las mujeres no solamente podría dejar sin efecto 20 años del avance en la reducción de la mortalidad materna y el acceso a la planificación familiar, sino también se habla de una afectación a la atención de embarazadas, recién nacidos y muchos decesos.
Embarazos
Los embarazos y la atención de los recién nacidos fue interrumpido en casi la mitad de los países de las Américas. A la par, las mujeres en gestación se hallan con más riesgos de padecer infecciones respiratorias, incluso podrían necesitar intubación.
"Según estimaciones de la ONU, hasta 20 millones de mujeres en las Américas verán interrumpido su control de la natalidad durante la pandemia, ya sea porque los servicios no están disponibles o porque las mujeres ya no tendrán los medios para pagar la anticoncepción", aseveró Etienne.
Al menos 1.000 embarazadas murieron por complicaciones del virus en las Américas. Etienne advirtió que, si esto continúa, el progreso en reducción de la mortalidad materna podría desaparecer, y pidió garantizar a las mujeres, adolescentes y niñas el acceso a la atención durante la pandemia.
Además, según los datos de 24 países, más de 200 mil mujeres embarazadas contrajeron el COVID-19 en las Américas. “Casi todas las muertes maternas son evitables e incluso volver a los niveles de mortalidad materna anteriores a la pandemia, que ya eran altos, podría llevar más de una década", añadió.
La tasa de mortalidad materna en América Latina y el Caribe se redujo de 96 a 74 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos entre 2000 y 2017, una reducción global del 23,1%.
Según Etienne, las mujeres, que representan más del 70% del personal sanitario de América Latina y el Caribe, llevan la peor carga de la respuesta al COVID-19. Pero también este sector fue golpeado por la economía, ya que fueron más propensas a perder sus empleos.
Además, los retos y las desigualdades aumentaron durante la pandemia. “Por eso debemos hacer de la protección de la vida de las mujeres una prioridad colectiva", continuó.
"Quiero destacar las devastadoras repercusiones sanitarias, sociales y económicas que este virus ha tenido en las mujeres", añadió.
Casos y muertes se estabilizan en niveles alarmantes
La autoridad explicó que el verdadero número de víctimas mortales por COVID-19 en 2020 se acerca a los tres millones de personas, casi el doble de las cifras comunicadas el año pasado. De esta cifra, “la mitad de estas muertes han tenido lugar aquí, en las Américas, lo que demuestra el impacto desmesurado que esta pandemia ha tenido en nuestra Región".
La semana pasada se registraron más de 1,2 millones de nuevos casos de COVID-19 y 31 mil muertes en las Américas. "Estas cifras no han variado en las últimas semanas, lo que pone de manifiesto una tendencia preocupante: los casos y las muertes se están estabilizando en niveles alarmantes", recalcó la directora de la OPS.
El incremento de casos se manifiesta en Belice, Costa Rica, Honduras y Panamá, donde las camas de las unidades de cuidados intensivos están a más del 80% de su capacidad. En el Caribe, Trinidad y Tobago se declaró una emergencia nacional tras un reciente brote de COVID-19.
Cuba tiene un aumento de casos significativo, y San Vicente y las Granadinas siguen experimentando repuntes después de que su población fuera trasladada a refugios debido a las recientes erupciones volcánicas. "También nos preocupa la tendencia al aumento de las hospitalizaciones en Haití", señaló.
En Sudamérica, las nuevas infecciones han disminuido en Chile, Paraguay y Perú, pero Uruguay, Argentina y Brasil, después de experimentar alguna mejora durante varias semanas, vuelven a tener un aumento de los casos. Bolivia está informando un dramático aumento de casos y muertes, y Guyana está experimentando su mayor volumen de casos y muertes desde el comienzo de la pandemia.