Diciembre 29, 2025 -HC-

Trump es optimista tras su reunión con Zelenski: "Estamos muy cerca"


Domingo 28 de Diciembre de 2025, 9:00pm






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Tras varias horas de intensos contactos políticos y diplomáticos, el presidente de Estados Unidos aseguró este domingo que el acuerdo de paz para Ucrania está más cerca que nunca. Donald Trump compareció junto a Volodímir Zelenski después de casi tres horas de reunión en Mar-a-Lago y afirmó que el entendimiento podría estar «cerca del 95%», aunque ha evitado fijar cifras exactas. «Puedes decir 95%, pero no me gusta hablar en porcentajes. Quedan uno o dos asuntos muy espinosos».

El principal punto pendiente sigue siendo el futuro del Donbás, la región oriental que Rusia reclama desde hace más de una década y por la que ha ido a la guerra. Trump reconoció que se trata de «un gran escollo», pero insistió en que las posiciones se han acercado. «Estamos más cerca de un acuerdo en eso». Sobre la mesa sigue la propuesta estadounidense de crear una zona económica especial o de libre comercio en partes del Donbás, una fórmula que implicaría una retirada ucraniana en determinadas áreas a cambio de un marco económico y de seguridad más amplio, negociado con Moscú y supervisado por Washington.

Zelenski confirmó el grado de avance del proceso. Así, explicó que un plan de paz de 20 puntos, elaborado a partir de una propuesta estadounidense, está acordado en torno al 90%. Además, ha subrayado que las garantías de seguridad entre Estados Unidos y Ucrania están cerradas «al 100%», un mensaje clave para Kiev, que considera ese punto irrenunciable. Ha añadido que Ucrania estaría dispuesta a someter a referéndum distintos aspectos del plan, sin concretar cuáles ni en qué momento, una referencia que apunta a la sensibilidad política interna de cualquier concesión territorial.

Trump reafirmó que las conversaciones han sido exhaustivas y que incluyen contactos previos con Vladímir Putin. «Hemos hablado de prácticamente todo, también con Putin antes. Entramos en mucho detalle entonces y también hoy», ha dicho. Asimismo, ha anunciado que seguirá hablando con Zelenski en los próximos días y semanas, y que habrá nuevos contactos inmediatos, dando a entender que el proceso entra ahora en una fase de negociación casi permanente.

Tras la primera comparecencia pública, Trump y Zelenski han mantenido una llamada conjunta con varios líderes europeos, que se ha prolongado durante más de una hora. En ella han participado los jefes de Gobierno del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Polonia y Noruega, así como el secretario general de la OTAN y la presidenta de la Comisión Europea. Según el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, se han discutido «pasos concretos» para poner fin a la guerra. Trump ha buscado con ese gesto implicar a los aliados y rebajar los recelos europeos ante una negociación acelerada liderada desde Washington.

Al cerrar la jornada, el presidente estadounidense ha calificado el encuentro con Zelenski de «excelente» y ha reforzado su mensaje de máximo optimismo. «Creo que estamos mucho más cerca, quizá muy cerca», ha dicho, convencido de que el final del conflicto depende ya de resolver los últimos nudos políticos y territoriales. En su discurso, Trump ha vuelto a presentarse como el único actor capaz de hablar con todas las partes y de imponer un desenlace a una guerra que considera enquistada.

Ese optimismo contrasta con la realidad sobre el terreno. Las negociaciones avanzan mientras la guerra continúa sin tregua en Ucrania. En paralelo a la reunión de alto nivel en Florida, Rusia mantuvo sus ataques contra ciudades ucranianas, subrayando la distancia entre el impulso diplomático y la situación militar, con un goteo constante de víctimas civiles.

En el este del país, un bombardeo ruso en Sloviansk ha causado al menos un muerto y varios heridos, según las autoridades locales. En el sur, en Jersón, el fuego de artillería ha dejado una decena de civiles heridos. Estos ataques han coincidido con la mayor ofensiva aérea rusa del año contra Kiev, donde cientos de drones y decenas de misiles fueron lanzados durante más de diez horas. Al menos dos personas han muerto y más de cuarenta han resultado heridas, además de registrarse graves daños en infraestructuras energéticas, dejando a parte de la población sin calefacción en plena ola de frío.

Ese contraste refuerza la principal incógnita del proceso: si Putin está dispuesto a aceptar un alto el fuego real o si utiliza la negociación como una herramienta más dentro de una estrategia de desgaste. Trump califica de «productivos» sus contactos con el Kremlin y sostiene que el acuerdo está cerca, pero las operaciones militares rusas siguen sin interrupción. Kiev, por su parte, insiste en que solo unas garantías de seguridad firmes y verificables harían viable una paz duradera y evitarían una repetición del conflicto.

El trasfondo explica la cautela ucraniana y la presión estadounidense. Tras casi cuatro años de guerra a gran escala y más de una década de conflicto en el Donbás, el frente se ha convertido en una guerra de desgaste sin avances decisivos. Rusia no ha logrado imponerse militarmente, pero tampoco ha abandonado su objetivo estratégico de controlar el este de Ucrania y condicionar su orientación hacia Occidente. Ucrania ha resistido con ayuda internacional, pero a un coste humano y económico creciente.

En ese escenario, Trump plantea una salida pragmática, basada en una combinación de concesiones territoriales limitadas, incentivos económicos y un nuevo marco de seguridad. La propuesta del Donbás es el núcleo de ese enfoque y, al mismo tiempo, su mayor riesgo político. En Europa, varios gobiernos temen que un acuerdo precipitado consolide la agresión rusa y siente un precedente peligroso. De ahí la insistencia de Trump en mantener informados a los aliados, aunque el control del proceso esté claramente en manos de Estados Unidos.

La negociación avanza así entre los planes y las llamadas diplomáticas, a largo plazo, y el de una guerra que sigue activa cada día. El desenlace dependerá de si Moscú está dispuesto a transformar la presión militar en una concesión política real o si, por el contrario, decide prolongar el conflicto mientras se negocia. Trump sostiene que el momento es ahora, pero la guerra sigue abierta un año despues de que llegara al poder.

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