El jefe del equipo económico de Rodrigo Paz, José Gabriel Espinoza, planteó la necesidad de ordenar la casa con medidas prioritarias para reducir el déficit fiscal y lograr los dólares necesarios para capear la tormenta que, según él, se vendrá tras la partida del gobierno de Luis Arce. En ese sentido, entre las primeras medidas se encuentra la eliminación de Bs 4.500 millones de gasto innecesario.
“La crisis es tan grande que, independientemente de la visión ideológica de cada uno, hay que tomar medidas. Si no se hace nada es muy posible que Bolivia pase una navidad muy mala, yo creo que ni siquiera llegamos a Navidad, precisamente por eso el rol que asumimos, tenemos que adoptar medidas políticas”, dice Espinoza en entrevista con Urgente.bo.
El próximo domingo 19 de octubre, millones de bolivianos acudirán nuevamente a los recintos electorales para definir quién será el próximo presidente del Estado; si será Rodrigo Paz Pereira o Jorge Quiroga Ramírez. El primero se ha ubicado en el centro izquierda, mientras que el otro apuesta por una propuesta liberal. Y en medio de la crisis económica que azota al país, ambos tienen ciertas diferencias en uno de los puntos centrales: el camino para el financiamiento externo para abordar el enorme apuro económico.
Como jefe del equipo económico del binomio Paz-Lara, Espinoza explica que la hoja de ruta definida desde ahora rumbo al próximo 8 de noviembre, día de la asunción del próximo gobierno, para conseguir los dólares mínimamente necesarios y proveer de carburantes a la población. En ese sentido, el proyecto político plantea la eliminación de la subvención a los hidrocarburos, la adopción de un escudo social a los grupos más vulnerables y la eliminación de gasto innecesario en el órgano ejecutivo.
“En el momento que igualamos el precio con el mercado externo y que permitimos que Bolivia deje de subvencionar los combustibles, salimos rápidamente de ese esquema que nos demanda muchos dólares. Esa medida debe aplicarse en el corto plazo, demanda una decisión política muy dura, pero también es lo más responsable con el país”, resaltó.
“La subvención a los hidrocarburos es un gran incentivo para el contrabando. A principios de 2020, por cada litro de combustible que subsidiábamos se producía un dólar de PIB (Producto Interno Bruto). Hoy, por cada dólar de PIB que producimos consumimos 1,3 litros de combustibles. Algo sucedió en los últimos cinco años: Bolivia empezó a consumir más combustible del que usualmente necesitaba para producir exactamente lo mismo; es el desfase entre el precio local y el externo”, explicó el economista.
Entonces, una vez que se adopte el plan contra la subvención a los hidrocarburos, si Rodrigo Paz es gobierno, adoptará medidas de protección social a los más favorecidos, entre ellos a los adultos mayores, muchos de los cuales mantienen a sus familias.
La otra medida será disminuir el gasto público en especial del Órgano Ejecutivo. El entrevistado explica que con solo dos medidas se puede ahorrar 4.500 millones de bolivianos que el Ejecutivo gasta de manera discrecional.
“El Ministerio de la Presidencia, que es una secretaría de Coordinación, tiene en su presupuesto Bs 2.100 millones, que es mucho más que el presupuesto que tiene la Alcaldía de La Paz, con Bs 1700 millones. La famosa UPRE tiene presupuesto para hacer canchitas, sedes sindicales Cuando eliminas ese gasto, has reducido una buena parte del gasto dispendioso”, explica.
También hace referencia a otro tipo de gastos que suman más de Bs 2.400 millones. Cada año ese dinero se usa para viáticos, compras menores, alimentación para funcionarios públicos que están en las ciudades. De nuevo más que cualquier alcaldía y gobernación”, explica
En ese marco, el economista insistió en que reducir el gasto público no significa “masacre blanca” (despido de funcionarios de salud, educación o de la Policía”, sino eliminar el gasto dispendioso.
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