Lagunillas, (Marco Quispe, Urgente.bo).- En el extremo sur del departamento de Santa Cruz, en el municipio de Lagunillas, se encuentra la comunidad de Ipati, una tierra donde la agricultura y la ganadería son más que un sustento: son parte de la identidad de su gente.
Desde aquí, productores locales comercializan su ganado —principalmente en pie— hacia mercados como Santa Cruz, Cochabamba y Chuquisaca, buscando siempre mejorar la calidad y el valor de su producción.
En la actualidad, ese objetivo está más cerca gracias al PAR III, que impulsa mejoras tecnológicas y de manejo ganadero. Este programa ha introducido reservorios de agua, geotanques, sistemas de riego y semillas de pasturas adaptadas, fortaleciendo la producción en Ipati.
Quereimba Gabriel Saniel, de 28 años, es uno de los beneficiarios. Ganadero desde niño y estudiante de ingeniería agropecuaria, administra junto a su esposa e hija poseen unas 40 cabezas de ganado.
“Vivimos del ganado, y en esta región también producimos derivados como leche y queso, que son de calidad. El reservorio nos permite tener agua limpia y fresca para los animales; ya no van a los atajados donde se ensucia el agua”, afirma.
La falta de agua ha sido históricamente uno de los mayores retos para la ganadería de la zona. Fernando Flores, comunario con más de 40 años en Ipati, recuerda cómo antes debían llevar el ganado hasta un atajado comunal, en un trayecto de casi una hora.
“Ahora, con los reservorios, tenemos agua cerca y limpia. Antes tardábamos una hora y ese tiempo ahora lo usamos para otras labores”, resalta.
El objetivo es que el ganado aumente su peso de 290 a 320 kilos o más, incrementando así el valor de venta y la rentabilidad para las familias productoras.
La ingeniera Gabriela Salinas, oficial de extensión del PAR III, explica que “promovemos la siembra de pasturas adaptadas y la preservación de especies nativas como el algarrobo, el mistol y la tusca, asegurando un equilibrio entre productividad y sostenibilidad”.
En Ipati, la esperanza se alimenta con agua limpia, tecnología y trabajo en equipo. Productores que antes veían limitada su producción por la sequía, hoy se proyectan hacia mercados más competitivos, con ganado más sano, mejor alimentación y una clara visión: hacer de la ganadería del sur cruceño un motor de desarrollo para toda la región.
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