Los puntos de recolección de basura en la ciudad de La Paz se ha convertido en lugares donde se acumulan todo tipo de residuos, mientras no se resuelve el conflicto generado por la contratación de la empresa Colina para la administración del relleno sanitario de Sak9a Churu.
Este domingo, los contenedores de basura ubicados en diferentes calles y avenidas de La Paz están desbordados de desechos y alrededor de ellos pululan perros callejeros.
Lo mismo ocurre en los contenedores instalados en los centros de acopio de alimentos.
El ingreso de Colina generó susceptibilidad entre los trabajadores de Sak’a Churu, quienes temen posibles despidos y, en respuesta, iniciaron un bloqueo en el acceso al relleno sanitario para exigir garantías sobre su estabilidad laboral.
El director de Gobernabilidad de la Alcaldía, Gonzalo Barrientos, informó que se lleva adelante un proceso de diálogo con el Sindicato de Trabajadores de Sak’a Churu, con la mediación de la Central Obrera Departamental (COD). En esa instancia, se explicó a los obreros las razones de la contratación de la empresa y se les aseguró que su estabilidad laboral está garantizada.
“Se ha quedado en un cuarto intermedio, una vez más informamos que los contratos están garantizados para todos los trabajadores del relleno sanitario, esperemos que prime la racionalidad y el sentido común”, expresó el funcionario, en declaraciones a Unitel y pidió a la población no sacar la basura de sus casas.
De acuerdo con la explicación de Barrientos, Colina “se hará cargo absolutamente de todo: la geomembrana, la compactación, los geotextiles, el diésel, la maquinaria y todos los insumos que requiere un relleno sanitario. Eso significa ahorro para el municipio y una gestión más eficiente en un momento financiero difícil para el país”, precisó Saavedra.
El funcionario explicó que la crisis económica y la volatilidad del tipo de cambio han complicado la adquisición de materiales e insumos por parte del Gobierno Municipal. “Si pedimos una cotización de geomembrana, tiene una validez de apenas 24 a 48 horas, pero nuestros procesos de compra pueden tardar tres meses; así es imposible. Lo mismo pasa con el diésel, los químicos y otros materiales esenciales”, señaló.
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