Mayo 01, 2025 -HC-

Iglesia y Estado, asunto separado


Miércoles 30 de Abril de 2025, 11:00am






-

Las últimas encuestas han mostrado un incremento en los porcentajes de personas que apoyan a candidatos que provienen de Iglesias evangélicas, protestantes y otras variantes no católicas del cristianismo, en una versión boliviana que ratifica la tendencia conservadora de la región.

El candidato y pastor Chi Hyun Chung es la muestra más fehaciente de esta tendencia, con apoyos que rondan entre el 8 y 15 por ciento.

El apoyo a candidatos conservadores y religiosos no es nuevo en el país, pero sí lo es el poder movilizador que ahora los sostiene y la posibilidad real de llegar al poder.

Chi sacó más de medio millón de votos en las elecciones de 2019 (8,5%) y 100.000 en las de 2020 (1,55) convirtiéndose en un candidato sorpresa y siguiendo la estela de otros mandatarios, como el brasileño Eduardo Bolsonaro. En los comicios 2025 participará con una sifla prestada.

Pero no solo hay candidatos presidenciales conservadores y religiosos que están cerca de tomar el poder. De hecho, casi todos los candidatos no masistas declararon su cercanía con sectas o iglesias

Se conoce que al menos 30 legisladores de la actual Asamblea pertenecen a alguna iglesia evangélica y se sabe que algunos ministros del MAS provienen de una secta.

El mismo exministro de Justicia, Iván Lima, que fue mano derecha de Luis Arce, reveló que pertenece a un ala radical de la iglesia católica y que es miembro del Opus Dei.

Y es que las iglesias, sobre todo evangélicas, han creado una impresionante red de servicios sociales y apoyo familiar en zonas rurales y periurbanas donde muchas veces cumplen funciones en reemplazo de un Estado ausente.

Sus actividades van más allá de la labor evangelizadora. Organizan cientos de eventos  sociales, culturales, deportivos y educativos y dan apoyo económico a personas necesitadas, a quienes incorporan a su credo dándoles no solo apoyo material, sino que también un espacio para convivir en comunidad.

En regiones como el trópico de Cochabamba, dónde Chi sacó muchos votos, las iglesias hacen incluso el papel de organización social, realizando trabajos comunales, redes de agua, alimentación y cuidado de niños y adultos mayores.

De esta enorme red es de donde sale el apoyo real a los candidatos ultra conservadores. No es tanto la fe en Dios, sino, la estructura funcional que sus creyentes han creado en torno a su dogma.

No se trata de menospreciar o despreciar el papel de las religiones y otras creencias como elemento estructuradores de parte de la sociedad o sus aportes al debate moral.

El problema surge cuando estas estructuras buscan tomar el poder estatal para imponer ciertos dogmas como si fueran verdades inapelables.

Cualquier gobierno del Dios que sea, siempre va a terminar en la exclusión y la persecución de los "paganos".

Por eso, en momentos como este, hay que ser claros: Iglesia y Estado, asunto separado.

//

.