Junio 19, 2025 -HC-

Los microplásticos también invaden las arterias y aumentan el riesgo de infartos y ACV


Jueves 7 de Marzo de 2024, 3:30pm






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7 de marzo (Infobae)- La contaminación plástica se ha convertido en uno de los problemas ambientales más preocupantes en la actualidad, tanto que no solamente son hallados en el vientre de muchos animales marinos, sino también incluso hasta dentro de arterias en humanos en forma de microplásticos. 

Los microplásticos son pequeñas piezas de ese material de menos de 0,2 pulgadas (5 mm) de diámetro, hasta 1/25.000 de pulgada (1 micrómetro). Cualquier cosa más pequeña es un nanoplástico que debe medirse en milmillonésimas de metro. Suelen producirse como desprendimiento o residuo de materiales desechados sin el correcto tratamiento.

Algunos son tan pequeños que pueden encontrarse con diámetros de 0,0007 mm. Esto provoca que puedan ingresar al cuerpo de humanos o animales a través de la inhalación de partículas en el aire o la ingestión, ya sea en alimentos o envases de plástico, vajilla y cubiertos.

A partir de ahí, los nanoplásticos pueden invadir células y tejidos individuales en órganos importantes, interrumpiendo potencialmente los procesos celulares y depositando sustancias químicas que alteran el sistema endocrino, como bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama, metales pesados y sustancias perfluoradas y polifluoradas, o PFAS.

En 2022, fueron hallados por primera vez microplásticos en el torrente sanguíneo humano, cuando investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit), detectaron minúsculos trozos de plástico en 17 de las 22 muestras de sangre de voluntarios que participaron del proyecto Immunoplast.

Y ahora, una nueva investigación científica publicado en la prestigiosa The New England Journal of Medicine muestra el incremento de riesgo en la salud cardiovascular en los pacientes con microplásticos hallados en las placas de la arteria carótida, situada en el cuello.

“Los microplásticos y nanoplásticos (MNP) están surgiendo como un factor de riesgo potencial de enfermedad cardiovascular en estudios preclínicos. En este estudio, los pacientes con placa de la arteria carótida en los que se detectaron MNP tenían un mayor riesgo de sufrir una combinación de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte por cualquier causa a los 34 meses de seguimiento que aquellos en quienes no se detectaron MNP”, precisaron los científicos internacionales que desarrollaron el estudio.

Raffaele Marfella, investigador de cardiología en el departamento de ciencias médicas y quirúrgicas avanzadas de la Universidad de Campania Luigi Vanvitelli en Nápoles, Italia, y autor principal del nuevo estudio, dijo que junto a sus colegas iniciaron el estudio para buscar nuevos riesgos en los factores de la enfermedad cardiovascular.

“Sabíamos de la enorme cantidad de contaminación plástica degradada que afecta al planeta y nos preguntamos si el plástico, en forma de micro o nanoplásticos, también podría degradar nuestras arterias”, dijo Marfella. Y agregó: “Nuestros datos deben ser confirmados por otros estudios y en poblaciones más grandes. Sin embargo, nuestro estudio destaca de manera convincente la presencia de plásticos y su asociación con eventos cardiovasculares en una población representativa afectada por aterosclerosis”.

El doctor Martín Lombardero, cardiólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) explicó a Infobae que “este artículo publicado en la prestigiosa revista médica, muestra el hallazgo en una placa de ateroma de una sustancia tóxica, un microplástico o un nanoplástico, y abre una discusión e hipótesis muy interesante”.

“La ateromatosis es una enfermedad fundamentalmente inflamatoria donde a partir del depósito de grasa en la pared de una arteria se genera una inflamación. Inclusive ya hay datos y trabajos del doctor Valentín Fuster que mencionan que la inflamación es inclusive antes del desarrollo de la placa de ateroma. Si es así, no hay dudas que un tóxico como el plástico va a generar inflamación y progresar aún más como una placa de ateroma con la consecuente obstrucción arterial”, precisó el experto, autor del reciente libro “El corazón es consciente”, donde invita a las personas a cambiar su destino cardiológico.

Y concluyó: “Es un hallazgo muy interesante para discutir y seguir investigando sin dar conclusiones definitivas todavía. Es el primer trabajo que tengo conocimiento que hable y relacione esto y en el mismo trabajo dice que todavía no se puede confirmar que es un factor de riesgo en humanos, aunque sí que es un hallazgo muy interesante para investigar”.

En tanto, el doctor Mario Boskis (MN 74002), médico cardiólogo, miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología y director general del Instituto Cardiovascular San Isidro y del Grupo Cardiológico Boskis, explicó a Infobae, que “las arterias son vasos sanguíneos que llevan sangre oxigenada desde el corazón hacia los tejidos para poder nutrirlos correctamente”.

“Cada vez más se están estudiando cuál es el impacto de la contaminación ambiental en la salud cardiovascular. En el caso de los microplásticos y los nanoplásticos, son sustancias que se encuentran en el medio ambiente como polución del mismo, que por su tamaño muy pequeño logran ingresar a nuestro organismo ya sea por vía respiratoria como digestiva. Estas sustancias contaminantes son absorbidas por los capilares pulmonares o las células del aparato digestivo, para llegar por fin a los vasos sanguíneos y circulan por las arterias”, precisó el especialista en salud cardiovascular.

Y agregó: “¿Ahora, cuál es el problema en las arterias, por ejemplo, del corazón, específicamente las arterias coronarias? Existe una teoría acerca de que estas sustancias se comportarían como antígenos, o sea, se comportarían estos contaminantes como irritativos, como una sustancia inflamatoria en estas arterias, alterando la estructuras de las mismas y generando un proceso de respuesta inflamatoria por parte del organismo, por ejemplo aparición de macrófagos, aparición de citoquinas o sustancias que normalmente actúan, por ejemplo para combatir un virus o una bacteria, que en este caso lo hacen contra estas partículas”.

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