Ucrania y Rusia lograron "resultados positivos" en la cuestión de los corredores humanitarios, indicó la parte ucraniana este lunes (07.03.2022) tras la tercera ronda de negociaciones celebrada en Bielorrusia entre ambos países para encontrar una salida al conflicto bélico, pese a que Moscú señaló no se cumplieron las "expectativas".
"Hemos conseguido algunos resultados positivos sobre la logística de los colores humanitarios", indicó en Twitter un miembro de la delegación ucraniana, Mykhailo Podoliak.
"Se harán cambios y se prestará una ayuda más eficaz a quienes sufren la agresión de la Federación Rusa", añadió.
Rusia no tiene la misma opinión
Por su parte, el negociador ruso Vladimir Medinsky dijo que las conversaciones con Kiev no estuvieron "a la altura de las expectativas de Moscú" y que esperaba resultados "más significativos" en el futuro.
"Esperamos que la próxima vez podamos lograr un avance más significativo", añadió en una rueda de prensa emitida por el canal público de televisión ruso Rossia 24.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,7 millones de personas a salir de Ucrania, según la ONU, y muchas más han sido desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia. Además, la agravación del conflicto también está provocando turbulencias financieras y un aumento vertiginoso del precio del petróleo y del oro.
El presidente ruso, Vladimir Putin, puso como condición preliminar para la resolución del conflicto que Kiev acepte todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.
La tercera ronda de negociaciones ruso-ucranianas, esta vez en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, estaban centradas -según el jefe de la delegación rusa, Vladimir Medinski- en los corredores humanitarios.
Antes de que comience la reunión, se pudo saber que pese a la predisposición de las partes para volver a sentarse a negociar, las expectativas no eran buenas. El presidente ruso, Vladimir Putin, puso como condición previa la aceptación por parte de Kiev de todas las exigencias de Moscú, especialmente la desmilitarización de Ucrania y un estatuto neutral para el país.
Además, el Gobierno ucraniano rechazó los corredores humanitarios que evacuarían a miles de civiles hacia Rusia y Bielorrusia tal y como propuso Moscú.
Por su parte, el representante ruso en las negociaciones entre Moscú y Kiev acusó a Ucrania de impedir la evacuación de civiles de zonas de combate y de "usar a los civiles directa e indirectamente incluso como escudos humanos, lo que es claramente un crimen de guerra".
Este lunes, el ejército ruso anunció la suspensión temporal de ataques en algunas zonas con fines humanitarios y la apertura de corredores para evacuar a civiles de Kiev, Jarkov, del puerto sitiado de Mariupol y de la localidad de Sumi, cerca de la frontera rusa.
Pero la mitad de estos corredores se dirigen a Rusia y Bielorrusia, lo que "no es una opción aceptable", dijo la viceprimera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
Los civiles evacuados de las ciudades de Jarkov, Kiev, Mariupol y Sumy "no irán a Bielorrusia para luego tomar el avión e ir a Rusia", advirtió.
El presidente francés, Emmanuel Macron, que habló con su par ruso el domingo, acusó a Putin de hipocresía y cinismo por su propuesta.
"No conozco a muchos ucranianos que tengan ganas de ir a refugiarse a Rusia", dijo Macron en una entrevista emitida por una cadena televisiva.
Sin grandes avances
Desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, el 24 de febrero, diplomáticos de los dos países se vieron en dos oportunidades: la primera vez el 28 de febrero, en la región de Gómel, en Bielorrusia, cercana a la frontera ucraniana, sin grandes avances
La segunda, el 3 de marzo, en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, en la localidad bielorrusa de Belovezhskaya Pushcha, instancia en la que no se logró detener los combates, pero se acordó la apertura de corredores humanitarios para la población civil, un operativo que tampoco pareció tener éxito al menos hoy.
La ofensiva rusa, lanzada el 24 de febrero, llevó a más de 1,7 millones de personas a salir de Ucrania, según la ONU, y muchas más fueron desplazadas dentro del país o están atrapadas en ciudades bombardeadas por Rusia.
En respuesta a la ofensiva, los países occidentales impusieron sanciones sin precedentes contra empresas, bancos y oligarcas para asfixiar la economía rusa y presionar a Moscú a detener su asalto.
Asimismo, el mundo occidental comenzó con un castigo y persecución a personas y personalidades rusas, como nunca se vio desde el antisemitismo de la Alemania nazi.
En el plano diplomático, al margen de las negociaciones directas, Turquía anunció que los ministros de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov; ucraniano, Dmytro Kuleba y turco, Mevlut Cavusoglu, se reunirán el jueves en Antalya (sur).
Ucrania, sin embargo, todavía no confirmó su participación en el encuentro.
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