Desde la visión tradicional, El Alto podría ser llamada la capital de la economía informal. Allí, el empleo formal es escaso, el comercio se ve por todas partes y las relaciones entre proveedores y clientes dista de lo clásico. El economista boliviano Rodney Pereira apuntala un concepto mucho más cabal para la dinámica de El Alto, que cumple 37 años de intensa vida. Para él, la economía popular de El Alto es potente y es una expresión más adecuada a la realidad boliviana.
En esta entrevista, Pereira sostiene con cifras la importancia de El Alto y la importancia de la economía popular boliviana.
¿Cuáles son los principales sectores que contribuyen a la dinámica económica de la ciudad del El Alto? y ¿cuál es su relación con la economía nacional?
Se estima que la población actual de la ciudad de El Alto es de más de 950.000 habitantes constituyendo la segunda ciudad más poblada de Bolivia, el 42% de su población se encuentra ocupada (alrededor de 400.000 personas). El valor de su producción (PIB) se estima en $us 4.000 millones, lo que significa un PIB per cápita de $us 4.210. Las principales actividades económicas son el comercio (17% del PIB), los servicios (16% del PIB), y la manufactura (16%) y los transportes (12%). Su base económica está constituida por más de 28.000 unidades
En el contexto nacional el PIB de la ciudad del El Alto representa el 10% del total nacional, y el 34% del departamento de La Paz , en comparación con otras ciudades ocupa el tercer lugar luego de Santa Cruz y La Paz y es un tanto mayor al de la ciudad de Cochabamba.
¿Cuál es el peso que tiene la industria alteña en relación con otros sectores y es posible un mayor crecimiento en relación con el país?
La industria manufacturera del El Alto aporta con el 16% del producto de la ciudad. Cabe destacar que en términos de generación de valor se encuentra en segundo lugar luego de la ciudad de Santa Cruz y es mayor al de la ciudad de La Paz y Cochabamba. Su industria está constituida mayoritariamente por micro y pequeñas empresas (98%) y solo un 3% son empresas medianas y grandes. En cuanto a la generación del producto industrial, el 51% proviene de la producción de alimentos y 49% de la producción de textiles, transformación de la madera, metalmecánica entre los más importantes.
Las pequeñas unidades económicas de la industria manufacturera tienen un alto potencial, se aprecia que cada vez incorporan nueva tecnología y que cubren un importante segmento de la demanda de productos de consumo popular. Asimismo, por su cercanía a la frontera con el Perú y su red comercial con localidades de la frontera de Chile y Argentina se verifican cada vez más flujos de exportación que en su mayor parte no están registrados.
Usted hizo referencia a la pujante economía popular. ¿Cómo es la economía popular y ¿cómo se distingue de las otras?
La economía popular mal identificada como informal genera más del 70% de la ocupación de la fuerza de trabajo a nivel nacional y en la ciudad de El Alto representa más del 80%. Está conformada por pequeñas unidades económicas insertas en actividades comerciales, de servicios y en la producción, en este ámbito producen la mayor parte de los alimentos, vestimenta y algunos enseres del hogar a precios bajos destinados a la población de ingresos bajos y medios
Su desempeño laboral se desarrolla en el marco de la familia empleando, solo en algunos casos y temporalmente, mano de obra asalariada. Cuenta con mano de obra calificada fruto de una amplia experiencia y cada vez es mayor el número de personas con educación secundaria y superior. Una característica importante es su grado de flexibilidad para adecuarse a las cambiantes condiciones de la economía y de la demanda de la población. Al interior de esta economía existen sectores con capacidad acumulación e inversión que se realizan en la ciudad de El Alto.
¿Cuál es la perspectiva de la economía de El Alto?
Muchas veces se ha invisibilizado la capacidad económica de El Alto, pero en los últimos años dio muestras de una importante dinámica sustentada como se mencionó en la economía popular, aspecto que señala una nueva perspectiva para el crecimiento económico de esta ciudad que, a diferencia de aquellas imágenes de la gran empresa e industria como promotoras del desarrollo industrial que no siempre son exitosas, evidencia un proceso económico más adecuado a las características del país.
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