8 de diciembre (Urgente.bo).- Luis Arce asumió la Presidencia de Bolivia el 8 de noviembre de 2020 con grandes retos por la crisis social, política y sanitaria, hoy se inicia el segundo año de su gestión de gobierno. En ese contexto, dos analistas califican su gestión de “gris y con pocas luces”, intentando reparar un pasado, que consideran, “fue resuelto con las elecciones de octubre de 2020”. Señalan que la polarización y el tema económico continuarán en la agenda 2022.
Para el periodista y analista Rafael Archondo, el presidente “ha conducido un gobierno opaco o gris, es decir, con pocas luces y regulares intensidades”. “Su mayor motivo de orgullo es hasta ahora la detención de Jeanine Añez, a quien no ha sabido acusar apropiadamente y a quien mantiene en un limbo jurídico prolongado”, expresó Archondo a Urgente.bo
La expresidenta Jeanine Áñez está con detención preventiva por la crisis politica de 2019 en una cárcel de La Paz desde marzo, ya son casi ocho meses de su reclusión.
“El arresto de Añez no satisface ni siquiera a los familiares de las víctimas de Senkata y Sacaba, lo cual ya es un dato relevante. En este año, Arce no ha podido exhibir ningún logro importante”, agregó.
Explica que este pasado afecta en la convivencia política entre el gobierno y la oposición.
“Mientras se alimente la polarización, es muy difícil emprender otras metas dado que el gobierno carece de los dos tercios en la Asamblea Legislativa Plurinacional”, explicó.
En tanto, para el politólogo Marcelo Arequipa, “el principal problema para el país va por dos lados. Es una creación del problema de las clases, la disputa golpe-fraude y el otro es que es un problema, basado en los hechos, la justicia y la violencia en el país”.
En ese marco, consideró que el gobierno de Arce no sintoniza con la posición de gruesos sectores de la población sobre la cuestión política. "El gobierno no ha sintonizado con la población más extendida, y que hemos entendido que la crisis política fue resuelta en las elecciones de 2020".
El desafío es la economía
Sobre los desafíos para esta nueva etapa, ambos consideran que el principal problema del país es la cuestión económica.
“El principal problema del país sigue siendo el rezago económico y la ausencia de un modelo de desarrollo que armonice las necesidades humanas con la conservación de los recursos naturales. Mientras se sostenga el modo tradicional de explotación del capital natural de Bolivia, las posibilidades de encaminar un desarrollo diferente están en riesgo”, explica Archondo.
Marcelo Arequipa, politólogo señala que: “no hay una recuperación de la economía, sino una estabilización, no es decrecimiento”
“Puede atender la crisis económica con crecimiento, no solo con estabilización y segundo, debe llevar adelante una agenda social importante, vinculada con la educación y la justicia. No relacionado con los juicios políticos, sino con la inseguridad judicial y las denuncias contra los operadores”, aseveró.
Destacan la atención del mandatario por la salud con las vacunas y el enfrentarse a la pandemia.
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