26 de octubre (Agencias).- El gigante de las redes sociales enfrenta una tormenta de críticas desde que su exempleada, Frances Haugen, filtró estudios internos que muestran que la empresa conocía el daño potencial que provocaban sus sitios web, lo que llevó a legisladores estadounidenses a renovar la presión para su regulación.
En su testimonio ante el Congreso a principios de este mes, Haugen dijo: "Los productos de Facebook perjudican a los niños, avivan la división y debilitan nuestra democracia".
Los informes más recientes culpan al jefe de Facebook, Mark Zuckerberg, de que la plataforma se doblega a los censuradores estatales en Vietnam, permite que el discurso de odio aumente a nivel internacional debido a deficiencias lingüísticas y sabe que su algoritmo alimenta la polarización tóxica en línea.
“Los Facebook Papers son tan condenables, inquietantes y repugnantes que deben llevar a una rápida acción a nivel federal”, tuiteó la profesora de derecho de la Universidad de Fordham Zephyr Teachout, refiriéndose al apelativo que se le ha dado a la filtración de información de la empresa.
Organizaciones periodísticas como los diarios The New York Times, The Washington Post y Wired se encuentran entre los que han recibido acceso al conjunto de documentos internos de Facebook que Haugen filtró originalmente a las autoridades estadounidenses y que fueron la base de una serie de mordaces artículos del periódico The Wall Street Journal.
Las versiones redactadas fueron revisadas por un consorcio de 17 organizaciones de noticias estadounidenses, incluido CNN. El viernes, el consorcio comenzó a publicar una serie de artículos —llamados colectivamente "The Facebook Papers"— basados en los documentos internos de la empresa. Ofrecen una visión profunda de la cultura interna de Facebook, su enfoque de la desinformación y la moderación del discurso de odio, la investigación interna sobre su algoritmo de newsfeed, la comunicación interna relacionada con el 6 de enero y más.
En los documentos aparecen empleados advirtiendo a los directivos de cómo Facebook estaba siendo utilizado por "actores problemáticos", entre ellos Estados y organizaciones extranjeras, para difundir discursos de odio y contenidos que incitan a la violencia en Etiopía y otros países en desarrollo, donde su base de usuarios es grande y está creciendo.
Según esos documentos, Facebook también ha sabido, al menos desde 2018, de la existencia de traficantes de personas que utilizaban sus plataformas de esta manera, según los documentos. Se puso tan mal que en 2019, Apple amenazó con retirar el acceso de Facebook e Instagram a la App Store, una plataforma de la que el gigante de las redes sociales depende para llegar a cientos de millones de usuarios cada año.
"Los dirigentes de la empresa saben cómo hacer que Facebook e Instagram sean más seguros, pero no hacen los cambios necesarios porque han antepuesto sus astronómicos beneficios a las personas. Es necesario que el Congreso actúe. No resolverán esta crisis sin su ayuda", añadió, instando a los legisladores a tomar medidas.
Facebook calificó la información como una publicación parcial de sus estudios internos cuyo objetivo era el de crear una impresión negativa e inexacta sobre la red social, utilizada por miles de millones de personas.
La empresa tiene previsto publicar sus ganancias trimestrales, que se dispararon durante la pandemia por el uso en masa de herramientas online por parte de la gente, que buscó resguardarse en casa del virus.
Facebook ya se ha visto afectado por grandes crisis, pero las revelaciones sobre lo que sucede tras bambalinas de la compañía ha alimentado un frenesí de informes mordaces y un renovado impulso de los legisladores estadounidenses para tomar medidas en la regulación de las redes sociales.
El artículo de The Washington Post publicado el lunes afirmaba que Zuckerberg había firmado personalmente una iniciativa del gobierno autoritario de Vietnam para limitar la difusión de las llamadas publicaciones “antiestatales”.
El informe del sitio web The Verge, que Facebook se negó a confirmar, decía que la compañía pretendía mostrar su ambición de ser algo más que un sitio de redes sociales.
Pese a las numerosas controversias que ha enfrentado Facebook, las autoridades de Estados Unidos no han creado una nueva y sustancial legislación para regular las redes sociales.
La compañía se ha recuperado de otros escándalos como el de Cambridge Analytica, una consultora británica que utilizó los datos personales de millones de usuarios de Facebook para dirigir anuncios políticos.
En ese caso, Mark Zuckerberg acudió a Washington para pedir disculpas y la empresa acordó con los reguladores estadounidenses un pago de 5.000 millones de dólares.
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