30 de junio (Urgentebo).- En Bolivia existen aproximadamente 2,6 millones de jóvenes de entre 18 y 28 años, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y representan el 23,4% de la población en el país. Este es el grupo que partidos políticos buscan conquistar para las Elecciones Generales del 20 de octubre próximo. Un sinónimo de juventud y cambio generacional es Mariana Prado, ministra de Planificación del Desarrollo, quien anticipó que los jóvenes serán parte central de la propuesta programática para la reelección del presidente Evo Morales.
Con unos leggins rojos, camiseta blanca y tenis, la amante de los gatos habla de los jóvenes, cuya identidad política es un misterio, y para quienes la meritocracia es un asunto central para su futuro.
¿Cuál es el criterio que tiene sobre la situación de la economía en un año electoral?
Hemos resistido el embate de la crisis de minería, la baja del petróleo, ahora estamos enfrentando un momento comercial intenso, dada la batalla comercial entre Estados Unidos y China, que tiene un impacto en el comercio internacional, en el precio de los comódities. Hubo explosiones en Irán y de un momento a otro ha incrementado el precio del barril petróleo. Entonces se están midiendo tiempos bastante convulsos no solo por el hecho electoral, sino por el contexto internacional que es muy complicado, pero ahí, como parte de nuestro modelo, lo que hicimos es continuar con la inyección de recursos desde la inversión pública y eso es lo que garantiza que los niveles de crecimiento, mantiene la dinámica de nuestra economía.
Vimos una renovación en el Ministerio de Planificación ¿Es un compromiso suyo el de involucrar a los jóvenes?
Sí. Creo que es un compromiso que tenemos con el país, por una parte casi el 60% de la población boliviana tiene menos de 40 años, tenemos una población que en términos de acceso a una fuente laboral está teniendo dificultades, entre los 18 y 35 años, y ahora como Estado tenemos que atender esa realidad.
Es una población que requiere empleo, vivienda una acceso a créditos para llevar a cabo emprendimientos, entonces en realidad es un compromiso del país con este sector, que además está teniendo un ánimo de participación en el espacio público no solo en lo económico o laboral, sino también en lo político. Es muy lindo ver a nivel de gabinete ver un cambio generacional, hay muchos jóvenes que ahora se están reconociendo con una agenda propia.
Ahora los jóvenes asumen el tema de la meritocracia como un asunto muy importante y es algo que debemos entender,
porque todos de ellos ya están teniendo la mejor educación que ningún otro boliviano en otro tiempo ha tenido
Desde el Ministerio ¿cómo se los está empoderando a los jóvenes?
Tenemos “hartísimas” cosas en cartera, el programa de gobierno, que va a ser presentado con miras a las elecciones, tiene un tono joven, un toque muy importante en cuanto a lo que hemos denominado los triángulos de desarrollo.
Los jóvenes, como su triangulo de desarrollo, giran entorno a una educación, eso conlleva a un empleo digno y confluye en la posibilidad de una vivienda que les permite tener la base de núcleo familiar. En ese orden es que estamos trabajando con el programa Plan de Empleo, donde estamos dando la oportunidad para que los chicos puedan tener una primera experiencia laboral en condiciones dignas.
Pero también hemos visto que los jóvenes de hoy tienen nuevos intereses, como medio ambiente, problemáticas sociales y con el programa de intervenciones urbana, queremos captar esas iniciativas.
Los jóvenes tienen energía y capacidades pero creo que está fallando en la formación ¿Cómo está la educación de nuestros jóvenes?
Yo creo que hemos tenido avances significativos, porque en el país hace 13 años, teníamos una doble deuda. Había un problema con la cobertura y la calidad en la educación. En la primera nos encargamos de que los niños no tengan que caminar cuatro horas para llegar a su unidad educativa.
El otro problema eran profesores. Hace 10 años, casi el 90% de los maestros eran interinos y a través de un programa intensivo del Ministerio de Educación muchos de ellos sacaron su licenciatura, y han comenzado a tener una mejor formación.
Donde tengo mayor preocupación, porque no estoy viendo una estrategia de trabajo, ni tampoco una interlocución sana, es en el espacio universitario. Los chicos bien o mal salen del colegio, pero tienen problemas en la educación superior. En la Universidad Mayor de San Andrés, uno de cada 10 terminan la licenciatura, y según un otro informe, la cifra es cuatro de cada 10 en las Universidades Privadas. En su formación, no hay herramientas básicas laborales y mucho menos enseñanza de las habilidades blandas, estamos hablando de ética, de puntualidad,, responsabilidad y trabajo en equipo. Eso es lo que las empresas están buscando, que los jóvenes tengan dichas habilidades, para ya luego ser formados en la fuente de trabajo.
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Entonces, ¿cómo afrontar esos problemas estructurales para mejorar la formación de los jóvenes?
Lo que estamos tratando de hacer, por ejemplo, es algo que anunciaba el Presidente hace algunos meses. Si los chicos empiezan a trabajar y estudiar, que esa fuente laboral no sea precaria, porque eso hace que su desarrollo profesional tenga dificultades.
En el caso de las mujeres, el mercado laboral es una preocupación permanente. Veíamos las cifras de los “NiNi”, (ni trabaja ni estudia), y, fundamentalmente, son mujeres y que por algún motivo fueron mamás y son las primeras que se repliegan al espacio doméstico, o por ejemplo cuando hay un familiar enfermo, son las mujeres quienes tienen que dejar la fuente laboral para ir a cuidar a esa gente en el hogar, entonces tenemos que plantear políticas para que la mujer no tenga dificultades al momento de enfrentarse al mercado laboral.
Donde tengo mayor preocupación, porque no estoy viendo una estrategia de trabajo, ni tampoco una interlocución sana,
es en el espacio universitario. Los chicos bien o mal salen del colegio, pero tienen problemas en la educación superior.
Creo que al no tener una independencia económica se hace más vulnerable a la violencia, creo que y gran aparte de la violencia está explicada por el nivel de dependencia económico.
Comenta que el Presidente está planteando una propuesta electoral concentrada en los jóvenes entonces ¿el próximo gobierno sea para ellos?
Así es. Esa es la impronta. Necesitamos un cambio generacional en nuestro lenguaje, volvernos un gobierno más contemporáneo, ese es el reto. Pero no es que los jóvenes van a llegar y nosotros nos retiramos, no. Va a ser también un espacio de disputa, vamos a tener que entrar a “codazos” (ríe), de eso se trata.
Y con las políticas que vamos a diseñar, vamos a visibilizar esa fuerza joven que estaba fuera del radar del Estado, porque, desde mi percepción, los jóvenes tienen una distancia a la política, una distancia del Estado y siempre perciben que el Estado no es quien puede apoyarles en su desarrollo, sino más bien es la tranca, y eso hay que cambiar, revertir, hay que hacer que los jóvenes tomen el Estado.
¿Es posible hacerlo?
Pero por supuesto, en eso estamos.
El MAS es un partido que se hizo fuerte por el apoyo rural, ¿se han identificado grupos o sectores juveniles, esta propuesta de la que habla también los incluye?
Claro. Es juventud transversalmente, los jóvenes de las ciudades y del área rural. Ahí está Andrónico Rodríguez (Vicepresidente la Federación de cocaleros del Chapare), quien es una bocanada de aire fresco en la dirigencia. Y si bien hay quiebres generacionales muy marcados en este sector, también los jóvenes en el espacio rural están teniendo otras formas de organización. Ellos son quienes tienen mayor cantidad de iniciativas aunque con otro tipo de expectativas a la del espacio urbano. Sienten que Bolivia está avanzando y no quieren quedarse atrás.
¿Los jóvenes de ahora tienen identidad política? ¿Cuál es?
Esa es la gran interrogante y el gran misterio porque todos los políticos y el Estado están tratando de descubrir. Saber cuáles son las características de ese nuevo sujeto político. Nosotros tenemos algunas ideas y es parte de lo que hemos hechos en estos años, esa mirada de qué supone ser clase media.
Los jóvenes ahora creo que asumen el tema de la meritocracia como un asunto muy importante y es algo que debemos entender, porque todos de ellos ya están teniendo la mejor educación que ningún otro boliviano en otro tiempo ha tenido. Hace unos 30 años ser bachiller era el logro máximo o ir al cuartel era como el paso al ejercicio de la ciudadanía. Esa ya no es la expectativa de los chicos. Hoy les interesa tener una tecnicatura, tener un negocio, un emprendimiento. Tienen otro tipo de aspiraciones y aparte desean tener el reconocimiento social, más allá de las clases sociales.
Todos buscan ese reconocimiento a los esfuerzos que están haciendo, ya no es algo exclusivo sólo de una clase, eso también ha cambiado en el país de forma significativa y nos alegra. Ahora tenemos que ver que esas expectativas no se trunquen y la única persona habilitada para que eso no se trunque un futuro sólido es el presidente Evo Morales.
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