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A pesar de que su primera producción discográfica, denominada “El Inca”, lanzada en 1973, fue en 1975, con el disco Maya -que en aymara significa uno-, que Wara presentó la propuesta musical que mantiene hasta hoy.
Viernes 6 de Mayo de 2016, 4:30pm
La Paz, 06 de abril (César Sánchez, Revista impresa Oxígeno).- “Lindas montañas te vieron nacer, el Illimani tu cuna meció y la Kantuta su alma te dio, Collita tenías que ser”, así empieza Collita, canción interpretada por Wara y considerada como segundo himno del departamento de La Paz y una de las más representativas del folclore boliviano.
“Es un tema que, de alguna manera, logra una fusión nacional. Tiene un ritmo oriental, pero con una temática que habla de la mujer paceña”, asegura Dante Uzquiano, cantante y cofundador de Wara.
Y es que una de las características más importantes de Wara es, precisamente, la fusión musical que está presente en sus canciones.
“Nosotros salimos con una propuesta de interpretar música autóctona con instrumentos electrónicos”, explica Omar León, bajista y otro de los fundadores del grupo.
A pesar de que su primera producción discográfica, denominada “El Inca”, lanzada en 1973, fue en 1975, con el disco Maya -que en aymara significa uno-, que Wara presentó la propuesta musical que mantiene hasta hoy.
“El Inca era rock con matices de folclore, en cambio el disco Maya es folclore con matices de rock. Entonces, estos músicos se introducen mucho más a fondo en la música boliviana e implementan algunos elementos del rock, pero básicamente es música boliviana”, asegura el experto musical Sergio Calero.
Este cambio, cuenta Omar León, integrante del grupo, se debió a una pausa obligada porque el gobierno de Hugo Banzer los perseguía. “Wara, en el 73, denuncia que en Bolivia hay dos países. Una oculta, la de los indios, y la Bolivia blanca. Pero en septiembre este disco es prohibido por la dictadura de Banzer, por su contenido social”, relata León y añade “como todavía éramos menores de edad, nuestros padres firmaron un convenio de que no teníamos que tocar juntos, caso contrario entraban presos nuestros padres”, cuenta.
Dos años después, en 1975, Wara reaparecía con una propuesta nueva, la fusión de la música folclórica y el rock. “Reaparecemos el 6 de agosto de 1975 en el concierto del sesquicentenario. Todos esperaban ver a Wara tocando realidad y rock, pero entramos tocando música nacional”, recuerda León.
“Ese concierto fue impresionante porque ellos entraron con ponchos, bombos y tocando tarqueadas, fue todo un shock”, recuerda Sergio Calero.
Fue ese 6 de agosto, quizá, cuando se inicia el camino no solo de Wara, sino de la música fusión en Bolivia. Hoy en día ese camino fue seguido por muchas otras agrupaciones que fusionan el rock con la música autóctona, como es el caso de Octavia o Atajo. E incluso por grupos que realizan la fusión de la música folclórica con otros géneros musicales, como el flamenco español o la cumbia argentina.
“Wara tuvo la iniciativa de fusionar y compartir la música autóctona interpretándola con instrumentos electrónicos. Es una música revolucionaria, que recupera nuestra identidad con la que la gente se identifica. Hasta hoy comprobamos que todavía nuestra estrella sigue brillando”, señala Nicolás Suárez, tecladista del grupo.
43 años después, Wara, palabra aymara que significa estrella, continúa vigente y con más fuerza que nunca. En abril del 2015 presentó su novena producción llamada “Kimsaqallqu” (ocho en aymara).
Actualmente, el grupo está integrado por sus tres fundadores, Carlos Daza (guitarrista), Dante Uzquiano (vocalista) y Omar León (bajista); además, de Nicolás Suárez (tecladista), Omar Antonio León (baterista), Fernando Jiménez (quenista), Marco Antonio Jiménez (zampoña) y Luis Alejandro Huanca (charanguista).
Y, como dice Dante Uzquiano, Wara sigue brillando “como la luz de una estrella”.
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