17 de abril (El País).- El enfrentamiento entre dos generales en Sudán ha provocado ya la muerte de 97 civiles y más de 365 heridos, sobre todo en la capital del país, Jartum, según los datos de un comité de médicos local actualizado a primera hora de este lunes.
El origen de las hostilidades, que estallaron el sábado tras varias semanas de tensión, continúa siendo incierto, porque ambos mandos intercambian acusaciones de haber desatado la violencia con el objetivo de acaparar el poder y han cerrado la puerta a abrir negociaciones sin la rendición del otro.
A la cabeza del ejército y como presidente del país se encuentra el general Abdelfatá al Burhan, de 62 años. Frente a él se ha sublevado el paramilitar Mohamed Hamdan Dagalo, de 49 o 50 años, según los medios locales, y comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido. Y entre los dos bandos, la sociedad civil permanece cautiva en este país de 45 millones de habitantes con gran valor geoestratégico.
Esta es la misma sociedad civil que hace cuatro años logró expulsar del poder al dictador Omar al Bashir, la misma que forzó a los generales a que iniciaran una transición democrática. Pero esa transición quedó abruptamente interrumpida en octubre del 2021, con el golpe de Estado que llevó al poder a Al Burhan.
Al menos 13 militares han muerto en la capital y sus alrededores. También se han registrado otras 27 víctimas mortales en otros Estados del país, incluida la región occidental de Darfur, donde la situación es mucho más difícil de seguir. El comité señaló, sin embargo, que la cifra de bajas es “significativamente” superior a la que se ha podido documentar hasta ahora.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU informó por su parte de la interrupción de todas sus operaciones en Sudán a raíz de la muerte de tres trabajadores durante choques producidos en el Estado de Darfur Norte, en los que también resultaron heridos otros dos empleados.