10 de junio (Jacqueline Maydana).- En una suerte de maniobras y de anécdotas, el pasado jueves se desarrolló una inusual sesión del pleno de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), que no fue presidida por el presidente del Legislativo, David Choquehuanca, sino por el titular de la Cámara de Senadores, el evista Andrónico Rodríguez. En la sesión se aprobaron dos medidas que son rechazadas por el arcismo y otras dos que tienen el respaldo del oficialismo. Cada vez más voces señalan que el oficialismo perdió el control de éste órgano del Estado y que ahora está en riesgo la gobernabilidad del presidente Luis Arce.
“En el último incidente parlamentario de este jueves 6 de junio, en el que Arce perdió la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), cuatro legisladores arcistas se pasaron o mejor dicho, retornaron a la bancada evista. Ellos son Froilán Mamani, Estefania Morales, Honorio Chino y Hernán Durán. Aún hay dudas sobre si en este grupo de ‘arrepentidos’ está también Pacesa Quispe”, afirma el analista y periodista Rafael Archondo, quien sostiene que Arce perdió el control del Legislativo.
El analista político Vladimir Peña asegura que la Asamblea se encuentra en una crisis complicada y compleja, que hace entrever una institución atrofiada. “Hay que sanearla”, menciona, coincidiendo con lo que aseguró Andrónico en pasados días: “se vive un conflicto descontrolado al interior de la Asamblea”.
Esta crisis se traduce en lo ocurrido en pasados días: una sesión convocada por Andrónico, del que participaron legisladores del ala evista, Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos, más cuatro parlamentarios del ala arcista. En menos de dos horas y con dos tercios, aprobaron un paquete de leyes. Desde el ala arcista han calificado la sesión de inconstitucional.
Sin quedarse atrás, Andrónico justificó la sesión. Mencionó que había al menos 25 proyectos de ley estancados en la ALP y, por lo tanto, era necesario convocar a una sesión del pleno para “destrabar” la Asamblea.
El escenario después de la sesión es un paquete de leyes aprobado: el decreto presidencial sobre la amnistía, la resolución que da luz verde a las elecciones judiciales, la ley antiprórroga de magistrados y un crédito millonario para un proyecto carretero.
De por medio, Andrónico reta al arcismo a que sea procesado por convocar a la sesión que ha sido calificada de ilegal y pide al vicepresidente David Choquehuanca enfocarse en resolver el conflicto, uno que se arrastra hace tiempo.
Mientras, desde Comunidad Ciudadana (CC), el diputado Carlos Alarcón, advierte que en caso de que el paquete de leyes no sea promulgado por Arce ni por Choquehuanca, el camino será la movilización.
En peligro la gobernabilidad
La senadora del ala arcista del MAS, Ana María Castillo, reconoce que estalló la crisis de la Asamblea Legislativa, pero ella lo atribuye a la conformación del evismo, un bloque al que llama “nueva bancada de oposición” a Luis Arce, que es comandado por el expresidente Evo Morales. En ese contexto, asegura que se perjudica a la gobernabilidad del Presidente.
“Existe una crisis al interior, existe, en realidad, una nueva bancada, la de Evo Morales. Se ha sumado a la derecha y obviamente eso hace que haya una crisis en el MAS y eso debilita a nuestro Movimiento al Socialismo”, expone la legisladora.
El analista político Carlos Cordero sostiene que hay una gobernabilidad disminuida del Gobierno de Arce porque se supone que los legisladores deben apoyar y coadyuvar en la gestión del jefe de Estado y la realidad es muy distinta, pues no se da luz verde a los proyectos o decretos presentados por el Ejecutivo.
div class="media media-element-container media-default">Menciona que esta realidad deviene de la crisis interna del partido de Gobierno y si un Gobierno no toma decisiones o no aprueba leyes, su función esencial está en riesgo.
Además, subraya que, mientras ese conflicto se mantenga en la Asamblea y no salga de ahí, los resultados en las elecciones presidenciales próximos no podrían ser tan negativos para el Presidente. El escenario sería que quienes apoyan el bloqueo de leyes pueden ser perdedores en las elecciones 2025. Y quienes apoyan el desbloqueo y el diálogo posiblemente se beneficien electoralmente.
“Lo deseable es que esta falta de gobernabilidad en un ámbito como es la Asamblea no trascienda en una falta de gobernabilidad del gobierno en general porque si es así, con toda seguridad que el 2025, los ciudadanos van a querer un gobierno que tome decisiones no uno que se conforme con estar paralizado”, sostiene Cordero.
Este escenario, es más profundo, dice Peña. Desde su punto de vista, el presidente Arce se encuentra cada vez más debilitado, pierde legitimidad y sostener el diálogo o una coordinación con la ALP se convierte más complicado porque ha perdido asambleístas en la disputa con Evo Morales.
“Hay un bloqueo institucional. Hay una situación de que la política está mirando con sus propios ojos su realidad, están ensimismados en resolver sus disputas internas y en la calle la gente está con angustia, con indignación”, sostiene el analista.
El diálogo, un camino
Ante este panorama, Peña indica que el camino es que el Presidente y las autoridades de los órganos del Estado entiendan la realidad del país y empiecen a trabajar de forma conjunta. Asegura que la asamblea, como todas las instituciones, tiene que encontrar un cauce democrático y de normalidad institucional.
“La política necesita claridad y poner las prioridades en función de los intereses del país. Considero que las fisuras van a ir incrementándose. No solamente en el parlamento, sino también en los sectores”, dice.
Cordero asevera que el Gobierno de Luis Arce debe iniciar el diálogo, porque de lo contrario, continuará el “viejo escenario” de parálisis, confrontaciones y de bloqueo en la Asamblea. “El nuevo escenario de en Bolivia debería ser el diálogo y la concertación a nivel de los partidos políticos para seguir avanzando”, asevera.
///