15 de julio (Urgente.bo).- Derroche de alegría, color, brillo, belleza, cultura por parte de las danzas autóctonas y devoción de miles de jóvenes a la Virgen del Carmen marcaron la entrada folclórica 16 de Julio en El Alto. Más de 60 fraternidades mostraron sus mejores galas en la fiesta más grande de los alteños.
A tempranas horas de este lunes 15 de julio se inició la festividad. Al son de las bandas de músicos, miles de bailarines deleitaron a los espectadores, que se dieron cita en las graderías para apreciar la entrada.
Las danzas autóctonas le dieron un particular realce a la entrada. Mujeres y hombres provenientes de diferentes municipios de las provincias de La Paz ofrecieron un espectáculo que gusta cada vez más. Los hombres se uniformaron con ponchos rojos, un pantalón de tela, las abarcas negras, un chulo con orejas y un sombrero negro; las mujeres con sus mantas de aguayo y sus polleras de bayeta.
LA FUERZA ANCESTRAL
Rogelio Mayta, bailarín los Sicuris Originarios Janqu Qala de la Comunidad Pampajasi, comentó que la fraternidad participa por segundo año en la entrada por la Virgen del Carmen. Aproximadamente 100 comunarios de la provincia Camacho mostraron sus mejores pasos en devoción por la Virgen del Carmen.
“Somos de la comunidad de Pampajasi, tres conjuntos folclóricos estamos presentes en la entrada de la zona 16 de Julio. Nuestros hijos y nuestros padres están participando por segundo año. Desde niños ya están practicando nuestra costumbre sicuris”, dijo Mayta.
La fraternidad autóctona de la Comunidad Kolla Aymara también exhibió alegría y tradición. Víctor Machaca baila desde que tiene 32 años, ahora es un adulto mayor que interpreta la danza Luripacha con el pututu, fabricado de una caracola, un instrumento de viento andino.
La danza de Luripacha es para pedir agua y que no falte en las comunidades. “Esta danza es para invocar agua y también rescatamos nuestra identidad cultural de nuestro pasado histórico de los tiwanacotas”, sostuvo.
Desde la comunidad de Puerto Acosta también llegaron para interpretar la danza de la fertilidad. Una expresión máxima de su cultural. “Desde la mística fortaleza de los apus y achachilas que reproduce nuestra relación madre, naturaleza y ser humano”, mencionó Jorge, uno de los integrantes de la Fraternidad de Auki Auki Barbas Blancas de Puerto Acosta.
LA ENERGÍA JUVENIL
También hubo bastante participación de jóvenes en cada una de las fraternidades. El conjunto número 1, Potolos Chascokos y Pasposas, tenía más de 400 integrantes, la mayoría son jóvenes de edades entre los 16 a 26 años. Llegaron al palco cerca al mediodía, cantando y bailando al son de las bandas.
Los wititis no se quedaron atrás. Se trata de una fraternidad nueva, Pico Verdes, de la ciudad de La Paz, que también está conformada por jóvenes. Este conjunto folclórico mostró alegría y pasión por la danza.
“Somos de la ciudad de La Paz, los wititis pico verdes, es el primer año de nuestra participación en la entrada de la Virgen del Carmen, con mucha fe y devoción”, mencionó Diana, su representante.
La representante de La Fraternidad San Simón de Ayacucho de El Alto, Yara, mencionó que en su fraternidad hay la participación desde niños hasta adultos. Ella tiene 19 años y le encanta bailar esta danza porque sus tíos son los fundadores y ellos la motivaron a bailar.
“Estoy bailando dos años por devoción a la Virgen del Carmen. Hay participación desde niños, jóvenes y adultos. El fundador es mi tío y me dio la oportunidad de representar a la fraternidad, es un orgullo para mí”, dijo.
Carlos, otro jovencito de 19 años que mostraba alegría y fuerza al momento de realizar un paso de kullawada. mencionó que baila porque le encanta mostrar la cultura, además que sus padres también son folcloristas.
“Me animé a participar por mi familia y mis amigos. La danza es un buen ejercicio, a mí me satisface, me gusta bailar y expresarme con la danza folclórica”, añadió.
La elegancia y hermosura de las mujeres
Las danzas pesadas son protagonistas y en cada fraternidad, los bloques se lucen por llamar la atención. Por ejemplo, la morenada Unión Talleres, una de las pioneras de la festividad, exhibió la elegancia de la mujer de pollera, con su traje exclusivo.
Las guías de la fraternidad Liberación Fanáticos, todas jovencitas, se mostraron como divas, ya que portaban mantas personalizadas y hechas de vicuña. La entrada de la Virgen del Carmen es una festividad donde también se muestra exclusividad y moda.
Las más de 60 fraternidades recorrieron las calles de la zona 16 de Julio al ritmo de música festiva y cánticos devocionales. Las danzas representan diferentes aspectos de la vida y la historia de Bolivia, y los grupos participantes se esmeran en mostrar su destreza y pasión por mantener vivas estas tradiciones.
La Entrada de la Virgen del Carmen en la Zona 16 de Julio es una celebración que une a la comunidad, fortaleciendo los lazos sociales y promoviendo el orgullo de pertenecer a esta hermosa ciudad.
En esta festividad no solo participan alteños, también paceños y llegan visitantes nacionales e internacionales que desean experimentar esta manifestación cultural única.