Junio 01, 2025 -HC-

Jóvenes creen que la mejor edad para irse de casa es a los 25 años

Según el estudio "La Verdad Sobre La Juventud" realizado por McCann Truth Central en más de 18 países a jóvenes entre los 16 a 30 años; en Bolivia, los jóvenes piensan que la mejor edad para salirse de su casa es a los 25 años de edad.


Domingo 25 de Junio de 2017, 2:00pm






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La Paz, 25 de junio (El Día).- Según el estudio "La Verdad Sobre La Juventud" realizado por McCann Truth Central en más de 18 países a jóvenes entre los 16 a 30 años; en Bolivia, los jóvenes piensan que la mejor edad para salirse de su casa es a los 25 años de edad.

"La nueva ola de jóvenes, en la región latinoamericana y en el mundo, son los nuevos y dinámicos consumidores del mercado que traen consigo tantas incógnitas como deseos de las marcas por conocerlos para poder jugar un papel importante dentro de sus vidas", explicó Juan Ortega Landa, presidente de McCann en Bolivia, acerca del estudio.

Según el mismo, el promedio de edad, a nivel mundial, para que socialmente sea aceptable que los jóvenes continúen viviendo con sus padres es hasta los 32 años.

Los objetivos para salir de casa han cambiado. Cecilia Ortega, directora de cuentas de McCann Bolivia, explicó que los jóvenes en la actualidad ven que es mejor salir de sus casas a las edades vistas por diferentes razones.

"Si bien antes salían a edades tempranas, 18 años, era porque lo hacían para casarse. Pero ahora eso ha cambiado y muchos jóvenes se están quedando a vivir con sus padres porque quieren definir cuál es el siguiente paso a tomar".

Por otro lado, dijo que las verdades fundamentales que siempre van a manejar los jóvenes, de todas las generaciones, son: primero encontrarse a uno mismo, segundo buscar a su gente y tercero hallar su lugar en el mundo.

Agregó que en el primer punto; encontrarse a uno mismo, tiene que ver con el hecho de que el joven que pensaba en ser adulto veía varios hitos primordiales: casarse, tener hijos o comprarse su primer auto. Pero ahora, agregó, que todo esto ha cambiado.

Aún se mantiene el concepto de sociedad tradicional. El sociólogo Nelson Jordán explicó que existen tendencias generales de cambio a nivel mundial y dinámicas culturales propias de diversos pueblos, para que se den estas figuras. "En lo que respecta a Bolivia, todavía se enmarca dentro del concepto de una sociedad tradicional. Entonces el salir de casa se lo asocia con iniciar una vida matrimonial o de pareja, entonces esto implica el abandono del hogar paterno", explicó.

Agregó que el hecho de que la nupcialidad se vaya retrasando, deja una tendencia bien marcada.

Citó, además, lo que ocurría antes cuando los jóvenes se casaban a los 21 años, porque era una edad en la que socialmente era aceptable.

"Pero si retrocedemos varios años en el tiempo, donde jóvenes de 15 y 16 años ya se estaban casando, esto reflejaba que casi no había adolescencia", destacó Jordán.

Finalmente, dijo que en clases populares todavía sigue siendo aceptado que jóvenes salgan de su casa o por lo menos adquieran el estatus de vida familiar propia a edades más tempranas.

Tema cultural y económico. En tanto, el experto en educación Álvaro Puente dice que esta situación, de que los jóvenes en Bolivia se casen poco después de los 20 años, se debe en parte al tema cultural, económico y a la realidad circundante. "Aquí, por ejemplo, es poquísimo el número de personas que se quedan estudiando y también se ha visto chicos que se casan al poco tiempo de salir bachilleres", complementó.

Por ello, agregó, que no tienen grandes opciones de estudio, ni técnica y menos humanista, y eso alimenta el trabajo informal que van teniendo nuestros jóvenes.

Conocer los alcances del proyecto de vida. Finalmente, el psicopedagogo Marcelo Martínez cree que el índice educativo que tienen los jóvenes, no depende de menos o más tiempo que uno pase con su familia. "Lo que sí veo, como una forma de reflexión, es que se debe investigar sobre cuáles son los alcances que tiene el proyecto de vida, a nivel familiar, para con los hijos y como padres".

Agregó que el hecho de ayudar a que maduren los jóvenes es para que puedan tomar sus decisiones y ayudar a que ellos puedan tener una mayor independencia y en algún momento de su vida decidir si van a vivir con sus padres.

También dijo que hay que preguntarse hasta qué punto la familia está comprometida con la educación de sus hijos, qué proyecto de familia es con el que cuentan y cuándo es que ayudan a madurar a sus hijos para que los mismos puedan independizarse. "Porque se ha visto a jóvenes que salen temprano de sus casas, tomando modelos europeos y fracasan en muchos aspectos porque no han adquirido la madurez necesaria".

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