Una investigación realizada por el estado de Sao Paulo y el Ministerio Público de Brasil llegó a la conclusión de que Bolivia es el tercer país con mayor número de miembros del Primer Comando de la Capital, la mayor organización criminal de la región, y que han sido detectados en el territorio nacional un total de 146 integrantes, algunos de ellos recluidos y otros en libertad.
Los medios brasileños GloboNews y G1 obtuvieron en exclusiva un mapeo del Ministerio Público de Sao Paulo que muestra que el PCC se ha establecido en al menos cuatro continentes para cometer delitos transnacionales.
Paraguay es el país con mayor número de miembros: 699, de los cuales 341 están en prisión y 358 en libertad. A continuación, aparece Venezuela, con 656 integrantes (417 presos y 239 libres), seguido de Bolivia, con 146 miembros (75 presos y 71 libres) y Uruguay, con 140 (96 presos y 44 libres).
El informe revela que el PCC ha logrado expandirse a 28 países. Además, destaca la notable presencia de sus integrantes en cárceles bolivianas, así como aquellos que se encuentran en libertad. Esto sugiere una dinámica de crecimiento tanto dentro como fuera del sistema penitenciario.
El fiscal brasileño Lincoln Gakiya afirmó a G1: “No conozco ninguna organización criminal en el mundo que sea más eficiente que el PCC en el control de cárceles”. Gakiya también advirtió que Bolivia, al igual que Paraguay, Argentina y Chile, se encuentra en una zona de expansión activa del grupo.
El mapeo de los miembros del PCC coincide con los hallazgos del Informe Mundial sobre Drogas 2025, presentado por la ONU en Viena. Este informe resalta que clanes familiares bolivianos participan en el negocio del narcotráfico a pequeña escala, formando parte de estructuras más horizontales y descentralizadas.
Aunque estos clanes no ejercen control territorial directo, sí son parte de la cadena global del tráfico de cocaína, colaborando en tareas específicas como el transporte, almacenamiento o lavado de dinero.
Según el análisis de la ONU y de expertos citados en un reportaje del portal brasileño GloboNews (G1) la estrategia del PCC no necesariamente busca imponer control territorial mediante violencia, sino penetrar redes ya existentes y crear alianzas con grupos locales o clanes familiares, especialmente en países con cercanía cultural y fronteriza como Bolivia.
“Yo no conozco ninguna organización criminal en el mundo que sea más eficiente que el PCC en el control de cárceles”, aseguró a G1 el fiscal brasileño Lincoln Gakiya, quien advirtió que Bolivia, al igual que Paraguay, Argentina y Chile, están dentro de una zona de expansión activa del grupo.
Según G1, el informe se ha presentado a embajadas y se ha consultado en el extranjero para la cooperación internacional en la lucha contra los delitos transnacionales. El PCC, según el reporte, tiene al menos 2.078 miembros repartidos en 27 países. Más de la mitad, 1.092, se encuentran en prisiones fuera de Brasil. El grupo se ha infiltrado en cárceles del extranjero para reclutar nuevos miembros y expandir sus negocios en el tráfico de drogas y armas, así como el lavado de dinero.
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