El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi falleció este lunes en el hospital San Raffaele de Milán a causa de una leucemia, según informaron medios italianos.
Berlusconi, de 86 años, había sido ingresado el pasado viernes para someterse a una serie de controles "programados" por su leucemia, y, con su muerte, desaparece un personaje clave de la vida política de Italia. Por el momento no hay confirmación oficial de la hora de su deceso, pero según las mismas fuentes, el fallecimiento se produjo esta mañana, poco después de que sus cinco hijos y su hermano, Paolo, acudieran al hospital.
Silvio Berlusconi dividió a la opinión pública italiana e internacional como pocos. En una mirada retrospectiva, puede considerarse al “Cavaliere” como uno de los precursores del populismo político.
EL POLÍTICO Y SU PODER
A finales de 1993, Silvio Berlusconi entró en política fundando el partido Forza Italia con el que ganó las elecciones en 1994 convirtiéndose en primer ministro, cargo que ejerció durante nueve años, en tres periodos distintos. Una carrera salpicada de escándalos que le alejaron de la política.
Durante décadas, el empresario llevó a cabos numerosos negocios, algunos cuestionados por su legalidad, que le llevaron a acumular una inmensa fortuna. Una fortuna que según Forbes “incluye participaciones en empresas de medios, editoriales y bancarias que comparte con sus cinco hijos, y que asciende a 6.900 millones dólares, lo que le sitúa como el 350 hombre más rico del mundo”.
Y si la carrera política de Silvio Berlusconi ha dado mucho de qué hablar, no menos titulares han acaparado sus relaciones sentimentales y escándalos de carácter sexual. Así, en marzo de 2022, el exprimer ministro contraía matrimonio con Marta Fascina, una boda sin carácter legal que acapara toda la atención. Tras dos años de relación oficial, aunque aseguran que lo suyo se remontaba al menos a un año antes, Berlusconi celebraba una boda simbólica con la diputada del partido Forza Italia, 53 años menor que él.
Marta Fascina fue la cuarta mujer oficial en la vida de Silvio Berlusconi. En 1965 se casaba con Carla Elvira Dall´Oglio tras un año de relación. Estuvieron juntos 20 años y tuvieron dos hijos, Marina (1966) y Pier Silvio (1969). Se divorciaron en 1985, un año después de que Silvio Berlusconi tuviera su primera hija, Bárbara (1986) con la actriz Verónica Lario, con quien inició una larga relación, fruto de la que también nacieron Eleonora (1986) y Luigi (1988). Contrajeron matrimonio en el año 1990 y se divorciaron en 2009 tras varios escándalos como el que ocasionó la aparición de unas imágenes de Berlusconi en actitud cariñosa con Noemi Letizia, en la fiesta de su 18 cumpleaños
En 2011, comenzó una relación con Francesca Pascale, una joven casi 50 años menor que él, y presidenta de su club de fans, con la que llegó a asegurar tenía planes de boda. Tras su ruptura, ya pesar de no estar casados, Pascale recibió un pago de 20 millones de euros y una pensión de un millón al año en concepto de “manutención”.
LA ENFERMEDAD
La visita de su familia al hospital levantó todas las alarmas sobre su estado de salud, que empeoró durante la pasada noche.
Paolo
la primogénita de Berlcusconi, Marina, fueron los primeros en llegar, en torno a las 9.30 horas (7.30 GMT) al centro médico, donde se unieron a su compañera, la diputada Marta Fascina, 53 años más joven que él, quien ha permanecido siempre a su lado, y después lo hicieron sus otros hijos, Eleonora, Barbara, Pier Silvio y Luigi.El pasado viernes, sus médicos aseguraron que Berlusconi había ingresado en el Hospital San Raffaele para someterse a "controles programados de su conocida patología hematológica" y que su ingreso no respondía "a algún aspecto crítico ni alarma".
Berlusconi volvía así al hospital tres semanas después de recibir el alta, tras pasar 44 días ingresado por una pulmonía agravada por una leucemia que, según reveló entonces su equipo médico, padecía desde hacía tiempo.
Durante ese tiempo estuvo acompañado en todo momento por su pareja, Marta Fascina, y recibió las visitas de sus más cercanos colaboradores, de sus socios, como Giorgia Meloni, y de su familia, como sus cinco hijos, además de numerosos amigos.
Desde el hospital, el magnate incluso llegó a aparecer en dos videos: uno para animar a los italianos a votar en las elecciones locales y otro para intervenir en la convención de su partido, en el que aseguraba estar "listo" para regresar a la batalla.
El parte médico de su doctor de confianza, Alberto Zangrillo, reveló que Berlusconi estaba siendo tratado de una "infección pulmonar" causada por "una condición hematológica crónica de la que es portador desde hace tiempo: la leucemia mielomonocítica crónica".
La leucemia mieloide crónica es una forma de cáncer de la sangre que puede aparecer sobre todo en personas mayores de 60 años, y los médicos precisaron entonces que se estaba sometiendo a "tratamiento citorreductor especializado" y a quimioterapia.
A lo largo de los años, Berlusconi había sido hospitalizado en varias ocasiones: en una de ellas se le implantó un marcapasos, mientras que también fue ingresado por COVID-19, y en una las más recientes, en enero de 2022, fue internado por una infección urinaria.
Berlusconi en la política
A mediados de la década de 1990, la economía italiana se hallaba al borde de una recesión; las privatizaciones provocaron despidos masivos, el mercado laboral fue desregulado. A eso se sumó la depresión política. Y, en 1992, los fiscales Giovanni Falcone y Paolo Borsellino fueron asesinados por la mafia.
Entonces apareció Berlusconi. "Il Cavaliere" prometió restablecer el orden en el país, con su partido Forza Italia. El multimillonario empresario anunció que reproduciría sus propios éxitos financieros a escala nacional. Y el electorado le creyó, porque quería creerle. Esperaba un milagro llamado Berlusconi. Por eso no le importó que quedaran ciertas dudas en torno a la procedencia de su fortuna o a la compatibilidad de sus cargos políticos con sus intereses económicos.
Tampoco los 30 procesos judiciales incoados en su contra impresionaron a los italianos, ni su falta de modestia. "Les digo sinceramente que creo ser y haber sido el mejor gobernante que ha tenido Italia en sus 150 años de historia”, afirmó Berlusconi en 2009, en su cuarto período de gobierno. Ni siquiera sus escándalos con mujeres muy jóvenes irritaron mayormente a muchos de sus votantes. Al contrario: el término "bunga bunga” se instauró en la cultura popular.
En el verano de 2013, Berlusconi fue condenado por fraude tributario. Se le prohibió ejercer cargos por seis años, sanción que fue levantada en 2018 por "buena conducta”. Rápidamente presentó su candidatura por Forza Italia para las elecciones del Parlamento Europeo. A los 82 años de edad, Berlusconi entró en la Eurocámara con la mayor votación obtenida por un candidato italiano.
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