27 de enero (Agencia Brasil).- La madrugada de este sábado, una fiesta en el barrio Cajazeiras, en la periferia de Fortaleza, terminó con al menos 14 personas muertas. Los hombres armados invadieron el lugar y dispararon al azar contra el público del Forró do Gago. Según la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social de Ceará, se trata de la mayor matanza ya registrada en el estado.
De las víctimas, siete ya fueron identificadas. Los nombres no fueron divulgados, pero la secretaría informó que tres son hombres mayores de edad y cuatro son mujeres, dos mayores y dos adolescentes. Al menos seis personas afectadas en el tiroteo siguen internadas en el Instituto Dr. José Frota (IJF), el mayor centro médico de urgencia y emergencia de la capital. El secretario de Seguridad Pública y Defensa Social, André Costa, afirmó en rueda de prensa que dos están en estado grave.
En una entrevista con la prensa, el secretario dijo que las investigaciones ya se iniciaron, pero que aún no es posible precisar el motivo del crimen: "Lo que tenemos de concreto es que, a las 0h39min, recibimos una llamada de la Ciops [Coordinación Integrada de Operaciones de Seguridad] de un tiroteo en un local en el barrio de Cajazeiras, conocido como Forró do Gago. De inmediato, los vehículos del Cotam [Comando Táctico Motorizado] asistieron al lugar, luego otros vehículos fueron. Al llegar allí, encontraron cuerpos y se hicieron trabajos periciales.
Facciones criminales
La matanza reafirma el escenario de violencia que marca el estado hoy. El Atlas de la Violencia 2017, estudio realizado por el Ipea y el Foro Brasileño de Seguridad Pública, muestra que la tasa de homicidios por 100 mil habitantes en el estado de Ceará creció un 47% entre 2010 y 2015, año en que se contabilizaron 4.163 homicidios.
El profesor de la Universidad Federal de Ceará e investigador del Laboratorio de Estudios de la Violencia, Luiz Fábio Paiva afirma que parte de ese número está ligada a las facciones criminales. La hegemonía del crimen en el estado, según el investigador, ha sido disputada por dos grupos: una alianza formada por el Comando Rojo y la Familia del Norte y, por otro, un grupo local conocido como Guardianes del Estado, que recibiría el apoyo del Primer Comando de la Capital (PCC). Para él, el poder público es "completamente ineficaz en el enfrentamiento de esa situación".
En la rueda de prensa, el secretario de Seguridad negó que el estado hubiera perdido el control de la seguridad pública para las facciones criminales. "No hay pérdida de control. "Es un evento aislado", dijo André Costa, agregando que "es una situación delictiva, que fue organizada, que fue planeada y que se ejecutó". Él comparó la situación con ataques en discotecas y shows en otros países, como en Estados Unidos. Para él, "no hay motivo para pánico, para temor".
Paiva apunta que no se trata de un hecho aislado, sino de una "sistemática de homicidios". "Tuvimos un momento de pacificación, de acuerdo entre esos grupos, pero luego tuvimos allí una deflagración de una guerra entre varios grupos que actúan en Ceará. Y, consecuentemente, enseguida comenzamos a observar varias chacinas ", dice el investigador.
En junio de 2017, una matanza mató a seis personas en el barrio de Porto das Dunas, también en una fiesta. En noviembre, otra matanza vitimó a cuatro adolescentes privados de libertad, que fueron retirados por criminales del Centro Educativo Mártir Francisca. "Son varias chacinas sin resolución, sin que los responsables sean presos y debidamente castigados", dijo Paiva.
En una nota, la Secretaría de Seguridad Pública y Defensa Social (SSPDS) informó que una persona fue presa, sospechosa de participar en la matanza, y que un fusil fue incautado. La cartera informó que más detalles no serán divulgados en este momento para no comprometer las investigaciones, que cuentan con el trabajo de las policías, pericia forense y otros órganos.
