11 de junio (Urgente.bo).- Este sábado se lleva a cabo la entrada del Gran Poder en la ciudad de La Paz. Cientos de familias, de parte de las fraternidades, bailaron en devoción al “Tata”. Sin embargo, hubo algunos que no cumplieron ciertas medidas interpuestas por la Alcaldía como el no ingerir bebidas alcohólicas en el recorrido.
Desde tempranas horas, algunos fraternos hicieron su paso por la entrada con una lata de cerveza en sus manos.
“Se ha cumplido a medias la regla de no tomar durante el recorrido. (La disposición) ha sido bueno para los fraternos también”, dijo un bailarín.
“Sí, se cumplió algunas medidas, ya sea el carnet de vacunación, pero algunas cosas no se han podido cumplir”, mencionó por su parte, Roxana, de la fraternidad Expresión Boliviana. "Me he tenido que sacar el barbijo en la mañana porque este baile (salya) es para mucho esfuerzo físico", dijo otro de los bailarines.
Familias enteras en el Gran Poder
Doña Luz tiene 60 años, pero es la primera vez que baila en la fraternidad Reyes Relámpago del Gran Poder, agradece a su ahijado y a la esposa de él porque la animaron a bailar. Ella menciona que este año comparte con sus hijos quienes también participaron.
“Es mi primer año que bailo este Pujllay (…) estoy feliz por el Señor del Gran Poder, voy a participar mientras tenga vida y salud (…) no me cansé en el recorrido, estoy feliz más bien, estoy a gusto, compartiendo con mis hijos que ya son mayores de edad (…) me animé por devoción y por mi hijo que es pasante de la provincia Omasuyo”, aseveró.
Por su parte, Carmen, de la misma fraternidad, relató que baila hace casi 20 años por devoción y agradeció al “Tata” de que su familia esté unida para la fiesta de Los Andes.
“Bailamos por fe y devoción al Tata del Gran Poder porque él es todo, nos da hasta el aire que respiramos, por él es quien bailamos, y por él estamos pasando la gestión unidos, toda mi familia está en esta entrada, mis papás, primos, ahijados”, dijo.
Gary, de la fraternidad Los Ángeles Caporales, indicó que se debe bailar por los menos tres años, según la creencia.
“El Gran Poder para mí es volver a tener una promesa del Tata, después de los dos años de pandemia que hemos tenido que hemos sufrido y casi nos vamos de este mundo”, dijo el danzarín.
Rodrigo, de la fraternidad, Salay Bibitay, indicó que debido a que la entrada del Gran Poder no se llevó a cabo por dos años, la gente bailó con más emoción este año.
“Después de volver, la devoción no se ha perdido, más bien ha aumentado”, sostuvo.