La Paz, 15 de junio (DPA).- Descongelar la nevera o el congelador es una obligación molesta. Sin embargo, desde el punto de vista de la industria, pasar por eso es una antigüedad: para ello están los electrodomésticos con tecnología no-frost. Además, el mercado ofrece ahora neveras con varios compartimentos para que los alimentos duren más. Pero, ¿tienen sentido estas funciones?
- NEVERAS CON COMPARTIMENTOS: Tienen varios compartimentos que se pueden programar a distintas temperaturas y con distintos niveles de humedad. En la zona de cero grados hacen un máximo de dos grados, temperatura ideal para carne picada, fiambres y pescados. Todos estos productos duran hasta tres veces más en un cajón así. Por otra parte, los compartimentos secos con alrededor del 40 por ciento de humedad son ideales para envasados. Las frutas y verduras, en cambio, se ponen feas en el cajón de cero grados con humedad.
En los hogares de personas solteras, en los que se cocina poco, la nevera de varios compartimentos permite tirar menos comida. Si bien este artefacto consume más energía que un modelo común, la diferencia queda compensada por el dinero que se ahorra no tirando alimentos a la basura.
Algunos especialistas son más escépticos y consideran que cualquier nevera común, cuyo interior enfríe a una temperatura de siete grados, cumple con todos los requisitos. Además, recuerdan que las fechas de vencimiento son estimativas y que un yogur, por ejemplo, vence recién semanas después de su fecha.
Una gran desventaja de estas neveras es que el compresor funciona permanentemente, a diferencia del de los aparatos comunes, en los que sólo salta cuando se sobrepasa la temperatura programada.
Los aparatos con zonas de cero grados consumen 50 horas kilowatt más al año que los que no cuentan con esta función. La realidad es que esta función no es del todo necesaria si se compra a conciencia. A fin de cuentas, no hace falta tener una acelga más de cinco días en la nevera.
- FUNCIÓN NO FROST: Muchas personas son escépticas cuando se habla de no frost. Estas neveras cuentan con un ventilador que hace circular el aire al interior del aparato y evita la formación de hielo. La realidad es que se trata más que nada de una función relacionada al confort, ya que a nadie le gusta tener que descongelar la heladera.
Con una nevera no frost, basta con pasar un trapo. Sin embargo, este tipo de artefactos consumen entre un 10 y un 30 por ciento más de energía que los comunes. Además, son mucho más caros.
Para muchos especialistas, convienen variantes más baratas como las heladeras low-frost y stop-frost. Los aparatos con estas funciones deben descongelarse menos seguido, pero a diferencia de los no-frost no consumen electricidad adicional, ya que evitan la formación de hielo sin ventiladores. En el caso de los stop-frost, se quita la humedad al aire que circula al interior, mientras que en el de los low-frost, son sus superficies especiales las que evitan la formación de hielo.
Quien compra una nevera sin ninguna de estas funciones debería descongelarla regularmente. Es importante hacerlo apenas se forman capas de hielo, es decir, varias veces al año, ya que un aparato con una capa de hielo de un centímetro necesita entre un 10 y un 15 por ciento más de electricidad. Además, estas capas en general impiden cerrar bien la puerta de la nevera, lo que hace que se pierda aún más frío.
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