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Filipo Escóbar fue maestro y se hacía llamar Lucho Rodríguez

“Él (Filemón) nos enseñaba  historia, historia del mundo, historia Latinoamericana, pero ante todo historia boliviana”, dijo Arias en declaraciones al portal Urgentebo.com


Miércoles 7 de Junio de 2017, 1:00pm






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Filemón Escóbar

La Paz, 7 de junio (Urgentebo).- Filemón Escóbar fue maestro de secundaria en el colegio Juan XXXIII. Y era conocido como Lucho Rodríguez. Fue presentado como un catedrático, cuando en realidad estaba escapando de la persecusión militar. Y en esa condición les enseñó sobre la historia de Bolivia y contribuyó en su formación ideológico.

El analista político Iván Arias, quien tuvo la oportunidad de compartir con él. Fue alumno suyo en el colegio Juan XXIII, ubicado en la zona de Coña Coña, hoy prácticamente en el centro de Cochabamba.

Iván Arias recuerda importantes facetas de la vida de Filipo, quien hizo político desde que era prácticamente un niño. "Él nació haciendo política". Es hermanastro de Guillermo Lora, se formó en el trostkysmo, pero luego se distanció de él. Desde muy joven se fue a las minas para trabajar como obrero y hacer política.

Fue un protagonista de la Asamblea Popular de la década de los 70. Y tras el fracaso de este proyecto de izquierda, él optó por una tesis política basada en el poder obrero, pero también fue el primero en vislumbrar la influencia del movimiento campesino. Entonces, perseguido por la dictadura y en lugar de optar por el exilio, buscó refugió entre la comunidad de los jesuitas. Es así que llegó al colegio Juan XXIII. "Los jesuitas le dieron cobijo".

“Él (Filemón) nos enseñaba  historia, historia del mundo, historia Latinoamericana, pero ante todo historia boliviana”, dijo Arias en declaraciones al portal Urgentebo.com

En la Unidad Educativa dirigido por los Jesuitas, Filipo compartió aulas con Xavier Albó y  el difunto padre Luis Espinal.

En el colegio, Filemón se presentó como un catedrático de la Sorbona, tenía una tez blanca y barba rubia, era muy hablador y usaba términos como llokalla ( joven) y carajo. Y otros ajos más que no se los puede mencionar”, relata Arias.

Ligado siempre con la política,  Escobar en los 70 logró escribir un libro denominado “Testimonio de un Militante Obrero”, donde explica su ruptura con el Partido Obrero Revolucionario (POR).

En las elecciones de 1979 Filemón Escóbar hizo binomio con el dirigente campesino Genaro Flores, lo que expresa que Filipo creían en el movimiento campesino, desde mucho antes que el sindicalismo minero boliviano, que siempre se presentó como vanguardia.

En la década de los 80, Escóbar formó el partido Vanguardia Obrera, en el que militaron Rafael Puente, Gregorio Lanza, Xavier Medina y el mismo Iván Arias. Apostaba al poder local.

Ya en los años 90, se dedicó a crear un nuevo partido político en el Trópico de Cochabamba, hasta donde llegaron relocalizados de las minas estatales, tras la crisis del estaño de la década de los 80. Esa organización es el Instrumento para la Soberanía de los Pueblos, IPSP.

Ya en el último tiempo, Filemón padecía de cáncer de pulmón y recibía sesiones de quimioterapia. “Al líder obrero le gustaba mucho el cigarrillo, fumaba como chino y le gustaba el cigarrillo Astoria como predilecto”, contó Iván Arias.

“Este fue su mayor amor, pero como él dijo del 2009 para adelante fue también su mayor desilusión y frustración”, argumentó Arias. Ya tras su ruptura con el poder, que se expresaba en la llegada de Evo Morales a la Presidencia, Escóbar ingresó una etapa reflexiva y publicó su segundo libro: De la Revolución al Pachacuti.

Los restos de Filipo están siendo velados en su domicilio, ubicado en la calle caracol de la zona de Trojes (Tiquipaya- Cochabamba) y se prevé que sus restos sean cremados mañana.

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