La Paz, 28 de marzo (Revista Oxígeno).- El expresidente Carlos Mesa Gisbert recibió a la revista Oxígeno, antes de emprender viaje a La Haya. El Vocero de la Demanda Marítima expuso los argumentos jurídicos e históricos que sostienen nuestra posición en La Haya. Destaca que en el proceso, Bolivia desmontó la falsedad chilena de que se cuestionaba el Tratado de 1904. Llama a reconocer el trabajo de la diplomacia boliviana a lo largo del siglo XX y elogia el excelente trabajo del actual equipo boliviano que sostiene la Demanda.
¿Qué puntos de la Demanda se han considerado en la reunión que tuvo con el Presidente?
Son reuniones de carácter confidencial. No porque se diga nada secreto ni extraño sino porque tiene que ver con la estrategia, con los elementos que el equipo de la demanda. Son temas que no se pueden comentar.
¿Se definió que su trabajo como Vocero continuará después del fallo de la Corte Internacional de Justicia?
No hubo en mi idea ni—asumo—en la idea del Presidente pensar cuándo terminaba. En principio me dijo: terminará cuando se conozca el fallo, que es lo más lógico, pero sabemos que hay un postfallo, el de la negociación. Mi posición es muy clara: mi compromiso con Bolivia, en el tema del mar, es inclaudicable, sea como representante oficial o como ciudadano. Si el Presidente cree conveniente que continúe, estaré sin ningún problema. Si no lo cree, también. Asumo que sobre el tema que tendremos que reunirnos tras el fallo, a fines del 2018.
¿Cuál es el escenario más optimista que debemos esperar de la Corte de La Haya?
Que la Corte falle en el estricto sentido de lo que Bolivia pidió: Que Chile hizo compromisos con Bolivia que no cumplió, que tiene la obligación de sentarse a negociar con Bolivia para que, como resultado de esa negociación, le otorgue a Bolivia un acceso soberano al mar.
Y, ¿cuál es el escenario más pesimista?
No hay escenario pesimista. Soy ciudadano boliviano, parte de un equipo que está litigando con Chile. El único escenario posible es el de ganar la causa, no por un voluntarismo mecánico, sino por los elementos jurídicos e históricos que presentamos. Demostramos nuestra consistencia en la primera etapa que nos regaló Chile, cuando presentó la excepción preliminar de competencia que nos permitió demostrar con consistencia y coherencia, la fortaleza de nuestros argumentos. En consecuencia, el escenario más pesimista no existe.
Antes del referendo del 21 de febrero, el vicepresidente nos dijo que tenían un solo plan, el del triunfo, nos dijo que no hay plan B. Por eso le planteo esta pregunta.
La pregunta es correcta. El hecho de que tu escenario jurídico es que la Corte va a dar un fallo favorable a Bolivia, no quiere decir que no haya un análisis del conjunto de los escenarios. No sería serio no tener lo siguiente: El escenario completo sobre el fallo y, dos, la preparación del postfallo. Lo que por supuesto no se puede comentar.
Tocaste algo fundamental. Si hay algo de lo que uno puede sentirse orgulloso en este proceso es que —a mí me invitaron cuando esto ya estaba trabajado— es que el trabajo que se hizo en todas sus fases no estuvo improvisado ni librado al azar; ha tenido, desde el primer minuto, un equipo jurídico consistente, que se mantuvo en el tiempo. Tuvo una estrategia de prueba y error permanente. Ese equipo incorpora la completa mirada de lo que puede ser el fallo y el postfallo.
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