01 de agosto (Revista Buen Vivir Digital).- Este martes 1 de agosto se celebra el Día Mundial de la Alegría. Según la Real Academia Española, la alegría es un “estado de grata satisfacción espiritual y física”, por tanto, es una emoción positiva que se produce como respuesta a un suceso que percibimos como bueno. Para que esto pueda ser logrado intervienen situaciones que derivan en ese sentimiento.

Gail García, especialista en Medicina familiar, señala que un buen estado de ánimo puede tener un impacto significativo en la salud física y mental y describe algunas de las consecuencias positivas de la alegría en el estado de salud de las personas.

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REDUCCIÓN DEL ESTRÉS: Un buen estado de ánimo puede ayudar a reducir los niveles de estrés. El estrés crónico puede tener efectos negativos en el cuerpo, como la supresión del sistema inmunológico y un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

MEJORA DEL SISTEMA INMUNOLÓGICO: Un estado de ánimo positivo puede fortalecer el sistema inmunológico, lo que te hace más resistente a las enfermedades.

MAYOR RESISTENCIA A ENFERMEDADES: Estudios han demostrado que las personas con un buen estado de ánimo tienden a recuperarse más rápidamente de enfermedades y lesiones.

MENOR RIESGO DE DEPRESIÓN Y ANSIEDAD: Un buen estado de ánimo puede ser un factor protector contra la depresión y la ansiedad, ya que reduce la vulnerabilidad emocional y la rumiación negativa.

MAYOR BIENESTAR MENTAL: Un estado de ánimo positivo está asociado con un mayor bienestar psicológico y emocional, lo que puede mejorar tu calidad de vida en general.

MEJORA LA CAPACIDAD DE AFRONTAMIENTO: Cuando existe un buen estado de ánimo, es más probable que la persona pueda afrontar los desafíos de la vida de manera más efectiva.

PROMUEVE HÁBITOS SALUDABLES: Las personas con un buen estado de ánimo suelen estar más motivadas para llevar un estilo de vida saludable, lo que incluye una dieta equilibrada, ejercicio regular y un sueño adecuado.

FOMENTA RELACIONES SOCIALES: Un buen estado de ánimo puede hacer que una persona se sienta más conectado con los demás y mejore tus relaciones sociales, lo que a su vez puede tener un impacto positivo en tu bienestar emocional.

Es importante destacar que mantener un buen estado de ánimo no significa que alguien siempre tiene que estar feliz o eufórico. Es normal experimentar emociones negativas en ciertas situaciones, pero la clave es desarrollar habilidades emocionales para afrontar adecuadamente los altibajos de la vida y mantener una perspectiva positiva en general. Si se siente que se está luchando con el estado de ánimo o bienestar emocional, hay que considerar buscar apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental.

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