Cada vez más alteños aguardan la llegada de Halloween, la fiesta que se celebra la tarde y noche del 31 de octubre. Y año que pasa, más personas se disfrazan y van a las casas del terror. Sin embargo, eso no afecta a las costumbres ancestrales de Todos Santos, pues al mediodía del primer día de noviembre, miles y miles de familias reciben a sus muertos para compartir con ellos por 24 horas.
Aunque ambas celebraciones se cumplen una después de otra, al día siguiente, la gente sabe diferenciarlas. En El Alto, dicen que entienden el significado y la importancia de Todos Santos y precisan que Halloween es solo diversión.
“En la noche Halloween aquí llega pero las costumbres no se han perdido, sabemos dividir bien estas dos fechas”, comenta una vecina de Cuidad Satélite. “Los jóvenes se van más a estas cosas de Halloween pero las personas mayores seguimos con nuestras prácticas en Todos los Santos”, declara un comerciante.
Desde hace unos tres años se siente con más fuerza la presencia de Halloween, mucha gente lo ha recibido con los brazos abiertos porque es “para la diversión de niños y jóvenes”. Antes que llegara la pandemia, cerca del Mercado Satélite, en El Alto los niños salían a las calles con el mensaje “dulce o truco” y recibían dulces en re cipientes con forma de calabaza.
A diferencia de Todos Santos, no hay una organización parte de las autoridades. Ahora bien, esta celebración no comienza por iniciativa de la gente, señoras del mercado de Ciudad Satélite cuentan que el origen de este festejo se debe al supermercadoubicado en el sector. “Lo ha empezado el Hipermaxi, daba dulces a los niños y armaban una casa del terror en el parqueo”.
En otro sector de El Alto, la plaza Juana Zurduy ya está a la venta dulces, suspiros y máscaras coloridas para las t’anta wawas, que se ponen en una mesa cada 1 de noviembre en espera de las almas.
Señoras de la congregación El Sagrado Corazón de Jesús están seguras de que esta costumbre vivirá por muchos años más porque es lo que inculcan a sus hijos. “Seguimos enseñando a nuestro hijos nuestros costumbres”.
La celebración del 31 de Octubre que se celebrará esta tarde, ya hay personas que preparan sus disfraces para pedir dulces. “Este año me compraron disfraces para toda la familia”, dice la señora Ana en el mercado de Ciudad Satélite. Hay muchos disfraces, pero la serie “El juego del calamar”, que se transmite por Netflix, ha influido ya en el mercado, porque se puede observar mascaras negras con figuras geométricas como el círculo, cuadrado y el triángulo, además del traje rojo.
“Me han preguntado varios jóvenes por disfraces, esas máscaras del Juego del Calamar y también por las calabacitas para dulces”, afirma otra comerciante.
Este año, en el supermercado Hipermaxi se observan telarañas, calabazas y una llamativa calavera instalada en la entrada del negocio. Como años anteriores, la empresa dará dulces a todos los niños y los recibirán disfrazados. “El 30 de octubre se va realizar un evento a base en Halloween, van a traer tik-tokers, habrá actividades para los niños y van a empezar a regalar juguetes”.
Por otro lado, los elementos de la mesa de Todos Santos ya comienzan a venderse. “Las mascaritas hacen nuestras hermanas artesanas y nosotras pedimos para vender cada año (…) recién está empezando la venta”, cuentan señoras de la congregación El Sagrado Corazón de Jesús.
Y los hornos ya están preparados para atender a la gente y trabajar mucho por estas fechas
“Esos días duermo horitas porque hacemos pan toda la noche hasta las 4 ó 5 de mañana”, dijo uno de los panificadores ante la llegada de la temporada caliente. Además, como cada año, instituciones como la Alcaldía y la Universidad instalarán las mesas para recibir a los difuntos. Halloween es diversión, Todos Santos es parte de las costumbres bolivianas que tienen el respaldo de las unidades educativas y de las familias.
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