24 de mayo (Urgente.bo).- Un lápiz, una tabla de madera y una hoja de papel, son las herramientas que acompañan día a día a David, un artista que lleva 20 años dibujando en la Plaza Murillo, de La Paz. David se gana la vida retratando a las personas con un solo objetivo: llevar un pan para sus cuatro hermanos que sufren de discapacidad.
David, que tiene 52 años, es responsable de sus cuatro hermanos (Daniel, Rosa, Sandra e Hidalgo) ante la pérdida de sus padres. Ellos padecen de discapacidad (físicas y mentales) y se les es difícil poder trabajar, es por eso que el artista tuvo que ponerse manos a la obra y apoyar a su familia con su arte.
“Realmente es una situación muy difícil la que afrontamos con mi familia, porque perdimos a mi papá y mamá. Es por eso que en gran medida soy el único que trabaja porque mis hermanos tienen deficiencias físicas que son críticas y tiene niveles de discapacidad”, destacó el dibujante a Urgente.bo.
UN TALENTO INNATO
El artista paceño sostiene que la única manera de ayudar a su familia era dibujando, un talento que lo encontró desde muy niño. David rememora que pensaba dedicarse a lustrar zapatos, pero debido a un concejo decidió tomar el camino del arte. “Mi primer pensamiento fue lustrar zapatos, pero yo sabía dibujar. Entonces un familiar me recomendó dibujar en alguna plaza y llegué aquí a la Murillo".
Su primer retrato fue para él un motivo para seguir adelante. “Mi primer dibujo fue a una persona barbuda, dibujé y yo me pagó un porcentaje, él no quedó tan conformé, pero fui mejorando y hoy en día hago retratos de más calidad”, destaca.
El precio único de sus retratos es de Bs 10 por dibujo, pero sostiene que también hace pedidos vía WhatsApp. No tiene un número de cuantos retratos hace al día “Todo depende del ambiente y el clima. Hasta del tema político de las marchas que hay. Por ejemplo, algunas manifestaciones provocan que se cierre la plaza Murillo y en varias ocasiones tuve que buscar otro lugar para dibujar”, dice.
El artista resalta que nació para el dibujo: “Yo vengo dibujando desde que tengo uso de razón, desde los primeros recuerdos de mi infancia. Dibujaba paredes y garabatos (ríe). Nací con pasión por el arte y seguramente encontré un lápiz y comencé a dibujar”.
LUCHANDO POR SU FAMILIA
Sus padres fallecieron en época de la pandemia del Covid-19. Esto caló hondo en los cinco hermanos que quedaron muy afectados ante la pérdida de sus padres. “Tenemos las secuelas de la enfermedad y las secuelas emocionales. La pérdida de mis padres nos afectó, pero seguimos luchando”, afirma.
Aparte de la responsabilidad de alimentar a sus cuatro hermanos, David lucha por encontrar una renta para su hermano que sufre de discapacidad. Su padre, que era carpintero naval en la Corporación del Seguro Social Milita (Cossmil), dejó abierta la posibilidad de que su renta sea cobrada por uno de sus hermanos con discapacidad, pero esto se le es negado a pesar de los trámites y reclamos que hizo.
“Hay derechohabiente según las leyes de Bolivia. Entonces es posible recibir un porcentaje de la renta de mi papá para mi hermano con discapacidad. Ante eso hicimos un proceso que duró un año y medio y no quieren dar curso al trámite. Dicen que no estaba asegurado mi hermano en Cosmil”, reclama David.
Pese a todo, sus hermanos cuentan con un seguro en el SUS (Sistema Único de Salud) donde ellos pueden recibir medicación para las discapacidades que sufren. “Esa parte está cubierta porque nos integramos al SUS”.
“LA GENTE QUIERE VERSE ALEGRE”
El dibujante afirma que sus clientes siempre le piden dibujos donde se puedan ver felices, pese a que muchos no muestran una cara sonriente. “La gente quiere verse alegre donde se resalte el optimismo. A veces retrato a personas que parecen tristes o melancólicas, pero ahí hacemos retoques para que se vean alegres”, subraya David.
Sus clientes son principalmente bolivianos que llegan del extranjero. David afirma que estas personas son las que más valoran su arte y le brinda una mano. “Bolivianos que llegan de Estados Unidos o Europa me dan un reconocimiento. Son ellos los que valoran mi trabajo. Estoy muy agradecido con la comunidad boliviana que es solidaria”.
De 15:00 a 18:00, David se acomoda en gradas de la Plaza Murillo. Él tiene muchas necesidades y lucha cada día por sus hermanos. Pese a todo afirma que su familia está unida. “Hemos sido muy unidos pese a que mis hermanos tienen discapacidades, la unidad nunca faltó”, finaliza.
_4.jpg)
