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Congreso de Montero: El MAS se ve en el espejo para empoderar más a Evo Morales

El Movimiento Al Socialismo se ve desde esta mañana en el espejo. Y para eso está reunido en Montero. Y más que fatiga de poder, se encuentra con el retrato de una organización política diferente a aquella que estremecía a miles de seguidores que gritaban a pulmón el “ahora es cuando”, esa consigna que la llevó a una sorprendente e histórica victoria electoral de 2005. Hoy busca también cerrar filas para empoderar más a Evo Morales.


Jueves 15 de Diciembre de 2016, 3:30pm






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La Paz, 15 de diciembre (Grover Yapura, Urgentebo.com).- A lo largo del 2016, en un año de complejidades internas, el Movimiento Al Socialismo ha tenido que verse en el espejo. Y más que fatiga de poder, se ha encontrado con el retrato de una organización política diferente a aquella que estremecía a miles de seguidores que gritaban a pulmón el “ahora es cuando”, esa consigna que la llevó a una sorprendente e histórica victoria electoral de 2005.

Tras 10 años de permanencia en el poder, el Gobierno del “Proceso de cambio” ha tenido que hacer frente a una serie de episodios políticos y de gestión que pusieron a prueba su capacidad de resolución de conflictos: desde la fortísima caída de los ingresos por la venta de gas hasta el fracaso y el cierre de Enatex; desde las denuncias de corrupción en el Fondo Indígena hasta la crisis del agua que azota a la sede de gobierno; desde el trágico conflicto alentado por los mineros cooperativistas hasta la prolongada movilización de las personas con discapacidad.

Este 2016, el líder social y político Evo Morales Ayma se ha encontrado también con la figura del Presidente del Estado Plurinacional. Y aquel que cosechó históricas cuanto cómodas victorias electorales, desde que postuló a la diputación por el Chapare cochabambino, colisionó con la primera derrota de las urnas, esa cuyo resultado le impide al Primer Mandatario postularse nuevamente a las elecciones generales en diciembre de 2019. Esos tres actores del proceso de cambio _el partido de Estado, el administrador del proceso de cambio y el líder de la transformación histórica_ se han visto obligados a echar las raíces de un nuevo periodo político, uno que permita proyectar al proceso de cambio, con la seguridad de que pueden a un “Hitler boliviano sin dificultad alguna”.

Por eso en la inauguración del Congreso del MAS, la mañana de este jueves, el presidente Evo Morales ha declarado: “El pueblo boliviano y sus organizaciones sociales tienen la suficiente experiencia para combatir al imperialismo. Tenemos esa responsabilidad bajo la recomendación y orientación y observaciones de todos nuestros movimientos sociales. Nuestro proceso no puede fracasar", sustentó.

¿Qué es lo que ocurre entonces?

“Más que problemas externos, provocados generalmente por quienes no tienen proyecto de poder, este ha sido un año desafiante, muy interesante, pues nos hemos visto a nosotros mismos”, dice un prominente militante del MAS, que desde la distancia del asesoramiento acompaña al Proceso de Cambio

El caso FONDIOC, que puso en cuestión la capacidad de gestión de los indígenas, el resultado adverso del 21 de Febrero, que golpeó directamente al Presidente Evo Morales; la crisis del agua, que puso en evidencia la falta de coordinación y comunicación, son algunos de los temas que llevaron a los tres actores a constituir un nuevo escenario, con una agenda única, sustentados en dos principios: Recuperar la mística partidaria y reafirmar la figura de Evo Morales. Ese es el derrotero del Congreso Nacional del MAS que se realiza en Montero en estos días y bajo ese norte es que la administración gubernamental se va a fortalecer el próximo 22 de enero, cuando se prevé que habrá fuertes cambios en el gabinete ministerial.

En vísperas del Congreso del Movimiento Al Socialismo que se cumplió en la ciudad de Montero (Santa Cruz), la revista Oxígeno conversó con influyentes masistas que, desde sus lecturas diferentes, lleva a una gigante interrogante y una afirmación contudente: ¿Cómo se recupera la mística revolucionaria en un partido que está ya casi 11 años en el poder? y lo que se haga irá por la reafirmación del liderazgo de Morales.

En ese contexto, el vicepresidente del Estado Plurinacional, Alvaro García Linera, hizo pública su decisión de no volver a postularse al cargo de segundo mandatario. “Voy a cumplir un ciclo en la Vicepresidencia y siento que puedo aportar en otros niveles que considero deficitarios en este proyecto histórico, donde se están presentando problemas”, dijo García en declaraciones al diario La Razón, cuando sustentó su decisión.

En suma, el Congreso de Montero se convierte en el escenario en el que los militantes antiguos y recientes buscarán certidumbre, con la repostulación del Presidente, pese a los resultados del referendo del 21 de febrero, cuando se rechazó la modificación de la Constitución Política del Estado para aquel efecto.

El MAS de ayer y el MAS de hoy

Hugo Moldiz, exministro de Gobierno e influyente intelectual de la administración de gobierno, señala que el Congreso de Montero, trascendental al punto de compararse con el fundacional en la década de los 90, proyectará el futuro del MAS. En su criterio, el partido que ha transformado el país tiene que leer la realidad social y política del siglo XXI.

¿Qué quiere decir aquello? Varios puntos. Uno de ellos es que los protagonistas del MAS no son únicamente los indígenas y campesinos, aquellos que concibieron el Instrumento Político para la Soberanía de los Pueblos (IPSP). Hoy aquellos continúan siendo la esencia del MAS, pero también están los trabajadores, aquellos que son servidores públicos, o aquellos que desde la federación de mineros, la de los petroleros o desde la misma Central Obrera Boliviana, hacen política y, por lo tanto, reclaman espacios de representación. Peso, voz y voto propio.

A ellos se suman las mujeres y hombres que, desde la clase media, apoyan el proyecto político de Evo Morales y que no han encontrado un espacio y canal de representación en una estructura, donde las organizaciones sociales tiene pronunciados ámbitos de influencia. “Nos dejamos llevar por la línea que el Presidente desde los medios; salimos cuando somos convocados, pero no podemos hacer oir nuestra voz dentro del partido”, dice otro militante del MAS, uno de la clase media.

“El colectivo Satuco es el único grupo conformado por profesionales, personas de diferentes religiones, incluyendo sacerdotes, por servidores públicos que semana tras semana, desde la clase media, hace un análisis de la coyuntura y reflexiona sobre el proceso de cambio”, apunta por su lado Gustavo Torrico, asambleísta departamental y uno de los activistas más importantes del partido de gobierno. Torrico reivindica, además, el peso de la clase media al afirmar que bolivianos que viven en las ciudades, ciudadanos que trabajan en la administración pública o empresas privadas, han influido positivamente en los resultados electorales que hicieron de Evo Morales Presidente.

En este punto, entonces, se plantea otro punto para el debate y las medidas que se adoptarán en las próximas semanas y meses. ¿Son las organizaciones o movimientos sociales los únicos en ejercer poder? ¿El Movimiento Al Socialismo tiene poder para ejercerlo?

En la lectura de Torrico está situación da lugar a situaciones en que el movimiento social tiene suficiente poder de voto o veto en algunos espacios de la administración pública. “Hay casos en que un viceministro o un director que dice que le debe obediencia a la organización sindical, antes que al Ministro”, ejemplificó.

Otro militante del MAS, quien pidió no ser identificado, da a conocer que, durante el presente año, en el partido de Estado se han manifestado discrepancias, incluso en el sector de los indígenas y campesinos, más aún desde el estallido del caso FONDIOC. “Fue un hecho que despertó a aquellos que solo pretenden espacios de poder, y que llegaron concebir que pueden reemplazar al Presidente”, dijo el asesor.

Entonces, en el interior del MAS, el Canciller de Bolivia, David Choquehuanca lidera al bloque de los indígenas filosóficos-dogmáticos, quienes enarbolan una hipótesis de superioridad de los fundadores del MAS por sobre los otros. “También están los indianistas kataristas que tienen un desempeño más concreto y político”, destaca el entrevistado.

Entonces, cuál es el problema. “Que el caso FONDIOC hizo que desde las clases medias se manifiesten corrientes que buscaron aprovechar este momento, a costa del sujeto histórico indígena”, apunta. Entonces, así, el partido de gobierno y el Presidente Evo Morales tienen ante sí el reto de interpretar el tejido social que en este momento constituye el MAS, al cabo de 11 años de gobierno.

Allí encajan las palabras del Vicepresidente García Linera, quien el lunes 12 de diciembre en Sucre, declaró: "El lugar más difícil donde hay que dar más batalla es el campo de las ideas y de la cultura". Y esa batalla se hace más compleja “cuando uno es gobierno revolucionario”.

“Eso es básicamente una reconquista, un repotenciamiento, un relanzamiento de la mística revolucionaria tanto al interior del movimiento social como al interior del Estado”, dice García Linera.

Torrico interpreta esta realidad como la oportunidad para que el MAS sea un partido dotado de poder para ejercer, en lugar de ser únicamente un organizador de concentraciones, como articulador de los movimientos sociales y las estructuras administrativas del Estado.

El Presidente, el eje

Las señales que emergieron el 2016 hicieron que Evo Morales y su grupo más comprometido reconozcan el escenario y a los actores del oficialismo, principalmente tras los resultados del referendo del 21 de febrero y episodios de componente político como el caso Zapata.

“Aparecieron los compañeros con pretensiones presidencialistas; el referendo dividió las cosas, quienes planteaban el rechazo a la repostulación y quienes creyeron en la fuerza de Evo Morales como el líder histórico del proyecto”, dice una de las fuentes consultadas por la revista Oxígeno.

A ese momento se sumaron otros en los que se puso en cuestión la capacidad de reacción del gobierno ante dilatados conflictos o casos en los que se requerían de gestión, de articulación gubernamental y de soporte institucional. Y el déficit en dichos campos hizo que dirigentes como el líder de los cocaleros del Chapare _el núcleo del MAS_ es concluyente con el estado de las cosas: “algunos mandos medios, en lugar de contribuir al proceso lastimosamente nos han hecho una contra campaña. Se han dedicado de hacer una purga política interna en contrasentido al proceso de cambio”.

Victorioso en las elecciones de 2006, 2010 y 2014, como en referendos realizados entre 2007 y 2008, Morales aguarda tomar las decisiones de gestión de gobierno en el marco de las decisiones del Congreso de Montero, donde prácticamente se da por descontada la decisión de la repostular a Evo Morales.

Hugo Moldiz prevé que en este escenario se darán las bases para el procedimiento que habilite a Morales como candidato en las elecciones de 2019. “Con la decisión del Vicepresidente, se ratifica el liderazgo único de Morales. Así, debemos recuperar la esencia que nos movilizó para llevar adelante este proceso de cambio, el que alentamos en el periodo 2000-2005, el que hizo que derrotemos a la oposición en 2008-2009”, dice Moldiz.

¿Cómo hacerlo? Torrico plantea que el Congreso del MAS puede dotarle al Presidente Morales de las atribuciones que le permitan tomar definiciones sobre el acompañante de fórmula y las atribuciones que le permitan proyectar al proceso de cambio hasta el 2030.

Con las decisiones del Congreso, Morales avanzará hacia el 2017 con la idea de conformar un equipo y una agenda de gobierno que se sostenga hasta las elecciones generales. Y por lo que ha ocurrido este año y los datos que manejan las fuentes de Oxígeno, habrá importantes cambios, con el fin de articular el equipo de gobierno.

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