14 de septiembre (Urgente.bo).- El departamento de Cochabamba cumple 211 años en medio de una división política, social y económica muy marcada en los últimos 20 años, así lo señala el analista Paul Coca quien identifica grupos divididos y los identifica como movimientos sociales frente a activistas, área urbana frente al área rural, trópico contra la ciudad y por último al masismo contra no masismo; todo esto a la larga afecta a su desarrollo.
Por un lado el departamento se ha convertido en el bastión político del partido de gobierno, pero al mismo tiempo durante los conflictos de 2019 fue el escenario eje donde se realizaron varios enfrentamientos entre grupos juveniles y de resistencia frente a movimientos sociales.
Para Coca antes esta división no estaba tan marcada, pero hubo un lance político que delimitó a los movimientos sociales, al área rural, a los afines al movimiento al socialismo, pero sobre todo en el trópico cochabambino; frente a los activistas, al área urbana, a los opositores y contestatarios al partido de gobierno.
“La situación política que tiene Cochabamba no solo es de hoy, sino que de mucho más atrás, por ejemplo desde 1993 hasta 2002, políticamente hablando, el movimiento del Chapare no tenía la fuerza, ni voz. Fue hasta 2002, cuando Evo Morales gana en el departamento, donde empezó la división política marcando un área rural frente a el área urbana donde ganó Manfred Reyes Villa, pero fui insuficiente para ganar el departamento”, dice Coca a Urgente.bo.
Señala que ese fue el lance para que durante varios años surjan los enfrentamientos entre el campo y la ciudad con bloqueos y enfrentamientos
“Todas estas características históricas, sociales y sobre todo económicas dieron inicio a la división social porque las ciudades tenían mejores servicios que el área rural, y cuando Evo logra sentar presencia política desde el Chapare irradia a las diferentes provincias cochabambinas y sobre todo a tener esa división política muy marcada”, explicó.
La división también se reflejan en las urnas el MAS ganó en el departamento pero no en las ciudades.
“Es porque en las provincias tiene un gran bastión al igual que en las zonas peri urbanas y periféricas de Cercado, peor en las capitales aún le es complicado”
¿Pero cuánto bien o mal hace esta situación?
Para Coca el pensar políticamente diferente debe ser normal y aceptado, el problema es cuando esa división sale de lo político y se convierte en una división social en el departamento de Cochabamba.
“Que las personas tengan diferentes ideologías o posturas políticas es normal, pero no debe convertirse en una confrontación social, es decir de racismo, entre el campo y la ciudad o la ciudad y el campo, entre masistas y no masistas, entre profesionales y no profesionales, esto está muy marcado pensar diferente no es malo, pero es división social nos hace daño solo a Cochabamba, sino también al resto del país”.
Señaló que lo ocurrido entre octubre noviembre y diciembre de 2019 no es el final de ese conflicto, al contrario si no se resuelven las asperezas ese podría ser el inicio de algo mucho peor.
“Ese conflicto económico y social entre sectores es solo una pequeña partes que a la larga quizás ya no se pueda manejar y aquí el Gobernador y los alcaldes de los municipios y sectores sociales son los que tienen que hacer un acuerdo para que se tenga un aspecto de la cochabambinidad que se quiere reconstruir”
Coca sugiere que para que exista unidad en Cochabamba se debería pensar en un estatuto autonómico que represente no solo a un sector, sino a todos, y debería estar trabajado por las principales autoridades del departamento junto a sectores sociales.