Bolivia está entre los países con un régimen fiscal y de regalías menos favorable en el mundo para el sector minero porque la presión tributaria para la actividad está por encima del 60%, según expertos.
Un análisis de Barrick Gold Corporation con el título de “Porcentaje de retornos del proyecto GOLD destinado al Estado en jurisdicciones mineras seleccionadas”, revela que en Bolivia este retorno está por encima de 75%, en Argentina cerca al 70%, en Ecuador en más del 60%. En comparación en Chile o Perú donde está por debajo del 50%.
Roberto Carlo Gil, abogado experto en materia tributaria, señaló que el régimen fiscal vigente en el país es desigual entre las empresas privadas y las cooperativas. Se castiga a las compañías por ser formales, mientras que las cooperativas en muchos casos, que tienen beneficios tributarios, llegan a actuar como cualquier empresa privada.
Añadió que si una empresa vende en el mercado interno y exporta termina pagando más o menos 60% entre impuestos y regalías sobre la producción, pero todo depende de los costos internos y el precio internacional.
Según el experto la presión tributaria en Bolivia es una de las más altas, sobre todo por las regalías.
El analista Héctor Córdova opinó que hay dos referencias para calcular con cuánto se queda el Estado de los ingresos que genera la actividad, el porcentaje de utilidades que pagan las empresas como impuestos o el porcentaje del valor del mineral que se cancela en tributos.
En un análisis del Government take de la plata realizado con datos de Humberto Rada en una publicación anterior de la Fundación Jubileo, el experto revela que para una situación en la que la rentabilidad de una operación minera está en torno a 30%, y la regalía minera en 6%, el operador se lleva 36% de la utilidad y el Estado se queda con el 64% de los recursos generados.
Si el análisis es sobre el valor del mineral, el operador retiene 10,82% y el Estado 19,19%.
En comparación en Ecuador el Estado se queda con el 76,1%, en Argentina con el 65,1%, en Chile solo con el 44,7%, en Perú 38,18% y México 46,98%.
“Cuando se compara lo que toma el Estado para sí con lo que ocurre en otros países, lo primero que se nota es que Bolivia recupera más que todos los otros países. Adicionalmente, Bolivia está con Ecuador y Argentina en cobrar regalías sobre el valor bruto de ventas y no sobre la utilidad. Esta última característica hace que muchos empresarios privados hablen de un impuesto ciego que quisieran cambiar”, puntualiza Córdova en el estudio.
Los principales impuestos a la minería son el IUE de 25% más una alícuota adicional de 12,5% cuando las cotizaciones son altas, el IVA, el IT. El Impuesto a Beneficiarios del Exterior, regalías e impuestos a los bienes inmuebles y vehículos.
A pesar del potencial existente, en los últimos 15 años no han ingresado en operación minas a gran escala y las que aún permanecen tienen pocas reservas existentes y su contribución fiscal puede desaparecer pronto.
Según diferentes análisis realizados antes, si se quiere atraer inversión privada como los que impulsaron en otros años San Cristóbal, Manquiri, San Vicente, el país debe brindar los incentivos adecuados para que las empresas que practican una minería responsable inviertan.
Para Córdova más allá de la tributación, lo que frena la llegada de nuevas inversiones en minería es la inseguridad jurídica, los avasallamientos y las demoras que se dan en la aprobación de licencias, autorizaciones cuando una empresa decide operar en un yacimiento. Se necesita trámites más ágiles para consolidar nuevas operaciones y dar garantías a la inversión privada.
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