El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), FONPLATA - Banco de Desarrollo, CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), suscribieron la Declaración de Sucre, que busca optimizar la actuación de estas multilaterales a través de una cooperación más estrecha y coordinada.
La Declaración de Sucre establece tres pilares estratégicos. El primero es la lucha contra el cambio climático, con un enfoque proactivo en la adaptación y mitigación, buscando convertir los desafíos ambientales en oportunidades de mejora para el futuro del planeta. Este compromiso incluye la promoción de acciones que protejan a las comunidades vulnerables y los ecosistemas, fomentando la sostenibilidad a largo plazo.
El segundo pilar es la integración regional, donde las instituciones se comprometen a impulsar proyectos conjuntos en infraestructura, tales como la construcción de carreteras, puentes y redes de energía, así como iniciativas como las "Rutas para la Integración". Estas acciones buscan facilitar el comercio y la movilidad sostenible dentro de la región, creando un entorno propicio para el desarrollo conjunto.
La Declaración también expresa su apoyo a las poblaciones vulnerables. Los bancos multilaterales trabajarán para reducir las desigualdades y fortalecer la cohesión social mediante proyectos inclusivos que beneficien a los grupos más desfavorecidos. Esto implica un enfoque en el desarrollo inclusivo, garantizando que todas las personas tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
El acuerdo se alinea con la estrategia institucional del BID que viene trabajando para abordar las vulnerabilidades de la región y liberar su potencial para fomentar un progreso social y económico transformador.
Miguel Coronado, gerente general del Departamento de Países del Grupo Andino del BID, mencionó la importancia del trabajo conjunto de los bancos multilaterales en áreas clave como el cofinanciamiento de programas y proyectos, el desarrollo de instrumentos financieros innovadores y el intercambio de conocimientos y buenas prácticas.
Coronado puntualizó que este compromiso busca maximizar el impacto de las intervenciones. La Declaración de Sucre representa un hito en la construcción de una nueva arquitectura financiera regional, sentando las bases para catalizar recursos y potenciar el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe. Las instituciones signatarias reafirman su compromiso de trabajar juntas para contribuir al desarrollo inclusivo y sostenible de la región.
Acerca del BID
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