22 de febrero (Urgente.bo).- Wilma Quispe salió por última vez de casa el pasado 19 de febrero, en la ciudad de El Alto. A su regreso le esperaba la peor tortura que quizá jamás haya imaginado. Su esposo la golpeó hasta la muerte en la presencia de sus hijos. Tras el crimen, el agresor solo alcanzó a decir que se le “había pasado la mano”.

feminicidio de Willma.jpg

Wilma tenía 38 años, vivía con su esposo y sus cuatro hijos de 2,4 y 8 años y un bebé de tan solo 8 meses.

El atroz crimen ocurrió en el marco de las fiestas por Carnaval, la víctima decidió salir de casa con unas amigas el pasado domingo. Sin embargo, tras volver a casa inició una discusión con su pareja, quien presumiblemente la habría celado, luego iniciaron los golpes. 

 Antes de su terrible desenlace, Wilma recibió golpes con un cable, recibió patadas y puñetes durante casi toda la madrugada del lunes y no conforme, su agresor incluso le echó agua a través de una manguera; todo esto fue presenciado por el pequeño de 8 años, hijo de la pareja. El niño habría tratado de defender a su madre, pero también fue golpeado.

Wilma fue encontrada sin vida la mañana del pasado lunes. Su cuerpo yacía en una cama con signos de violencia. Inicialmente, la pareja dijo que sostuvo una discusión con ella y que por el consumo de bebidas alcohólicas se habría broncoaspirado, pero los antecedentes del hecho eran otros.

Según los familiares, Wilma tenía heridas en los brazos y las piernas y prácticamente el rostro desfigurado. De acuerdo a la autopsia, la víctima murió por asfixia mecánica por broncoaspiración y un edema cerebral.

Samuel J.T.H., el autor del hecho, fue enviado este miércoles a la cárcel de Chonchocoro con detención preventiva.

“El autor de este hecho (feminicidio) cumplirá detención preventiva en el penal de San Pedro de Chonchocoro”, develó el director de Gestión Fiscal de la Fiscalía General del Estado, Roberto Almendras.