El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, cambió al Alto Mando Militar la tarde de este miércoles en la Casa Grande del Pueblo, mientras la plaza Murillo estaba tomada por grupos de militares, con el respaldo de tanquetas.
José Sánchez es el nuevo comandante general del Ejército y en sus primeras declaraciones ordenó a las tropas movilizadas que se replieguen y vuelvan a sus bases. “Todo el personal que se encuentra movilizado en las calles deben retornar a sus bases. El general Zúñiga fue un buen comandante, pero le pedimos que no deje sangre derramada de nuestros soldados”.
Más antes, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, denunció un intento de golpe de Estado en Bolivia impulsado por una fracción de los militares que llegaron con uniforme y pasamontañas en tanquetas hasta plaza Murillo en la ciudad de La Paz.
El movimiento de las tanquetas militares se inició después de las 14h30 de este miércoles. Se apostaron en alrededores de la plaza Murillo, centro del poder político de Bolivia, donde funcionan los órganos Ejecutivo y Legislativo.
Ante el despliegue, funcionarios de la Casa Grande del Pueblo salieron a encarrarlos. Varios de ellos llegaron hasta la equina de las calles Comercio y Ayacucho y demandando que dejen el lugar, pero los uniformados respondieron con gases.
“Han tomado las cuatro esquinas de ingreso a la Plaza Murillo. Hay tropas también en las cuatro esquinas, hay tropas al interior de la Plaza Murillo y hay tropas en el frontis del Palacio de Gobierno. Esto es lo que está sucediendo en este momento desde la Casa Grande del Pueblo. Es el 26 de junio, horas 15h23”, detalló la ministra Prada.
Pasadas las 15h30, el comandante del Ejército general Juan José Zúñiga descendió de una de las tanquetas que se ubicó al frente del histórico Palacio Quemado.
“Hoy el Ejército, la Fuerzas Aérea y la Armada Boliviana se encuentran movilizadas, se encuentra en emergencia, se encuentran acuarteladas”, indicó.
Cerca de las 15h50, los militares ingresaron al Palacio Quemado, por donde se llega a la Casa Grande del Pueblo. Emplearon una tanqueta para forzar la puerta de metal.
Poco antes del cambio del alto mando militar, los efectivos militares dispararon gases lacrimógenos y balines contra la población movilizada en la plaza Murillo.
Antes, el expresidente Evo Morales denunció este miércoles un supuesto “acuartelamiento” de las Fuerzas Armadas y personal militar cerró la plaza Murillo en La Paz.
“Desde hace una hora, comandantes de divisiones, instruyen a comandantes de regimientos a retornar inmediatamente a sus cuarteles para esperar nuevas disposiciones (encuartelamiento). Esto levanta muchas sospechas del movimiento militar en Bolivia”, escribió en su cuenta de X.
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