Las propuestas planteadas en los encuentros con el sector empresarial y anteriormente con alcaldes y gobernadores no solucionarán la crisis económica de Bolivia, son acuerdos que no llevan a nada, y el gobierno no asume la responsabilidad de tomar medidas económicas para resolver de raíz el problema.
La actual crisis económica en Bolivia es una crisis que se origina en el Déficit Fiscal desde el año 2014, porque los gastos son mayores a los ingresos y se profundizaron con el Déficit en la Balanza de Pagos donde las importaciones son mayores a las exportaciones, lo que imposibilita el acceso a los dólares. Por lo tanto, es el actual “modelo económico social, comunitario y productivo” implementado por MAS que está en crisis, no funciona y debe ser cambiado.
En la reunión con gobernadores y alcaldes, del pasado mes junio, el principal objetivo del gobierno fue generar una lista de proyectos, reprogramación de créditos, y control de precios, misma que en su concepción general proyecta mayor endeudamiento. De ninguna manera gobernadores y alcaldes objetaron las obras con financiamiento externo, y el gobierno generó con ello un frente de presión hacia la Asamblea Legislativa Plurinacional para la aprobación de más créditos.
De la misma manera, los acuerdos llegados en el último diálogo por la economía entre el gobierno con los sectores empresariales apuntan a mantener los contratos del sector empresarial con el estado, y de rebote, obtener algunos dólares presionando con más créditos a la Asamblea Legislativa Plurinacional y así, hacer frente a la compra de combustible, pero de ninguna manera apunta a resolver la crisis de manera estructural. Este acuerdo de 17 puntos apunta en su gran mayoría a la provisión de dólares vía crédito internacional, esto es, se proveerán dólares y se dispondrán dólares en las cuentas internacionales del BCB, lo que ayudará a que YPFB pague por la compra de combustible. Inmediatamente nace la pregunta. ¿Cómo se introducirán esos dólares a la economía boliviana para los proyectos a aprobarse? Estos proyectos serán ejecutados en bolivianos, por lo que necesariamente se financiarán con emisión monetaria y eso significa mayor inflación de precios. Lo que nos indica que los empresarios y políticos solo han privilegiado sus intereses, los unos para mantener los contratos con el estado y los otros para llegar a las elecciones del 2025.
Para resolver la crisis es necesario un crédito del FMI que esté dirigido a resolver la crisis en la Balanza de Pagos, con ello Bolivia tendrá una provisión de dólares no solo en las cuentas internacionales del BCB sino también para realizar un traslado en efectivo (por avión) para dosificar con stock de dólares en efectivo al sistema financiero, este crédito puede llegar entre 5.000 a 10.000 millones de dólares. Lamentablemente este tipo de créditos suponen alta especialización en su manejo, una apertura a la inversión extranjera, modificación del marco normativo laboral, y un plan para la gestión de un financiamiento especializado y este gobierno carece de RRHH que puedan hacerlo. Esto necesariamente implica un cambio de modelo económico.
Finalmente, ya son varias reuniones entre sectores sociales, empresariales y gobierno, el país no ha presenciado una reunión técnica donde se presenten soluciones que vayan a resolver el problema de raíz. Los acuerdos simplemente fueron ¡un saludo a la bandera! mientras los bolivianos vamos acostumbrándonos a las colas por combustible y una búsqueda de dólares para el comercio internacional. Bolivia necesita un cambio de modelo económico, que atraiga la inversión extranjera, que genere empleo digno, que los negocios nacionales se encadenen a la dinámica internacional que hoy por hoy va de la mano de tecnología de información, informática, datos y con solo adquirir mayor deuda para comprar combustible no se resolverá la crisis económica que cada día se profundiza más.
(*) Máster en Economía Financiera
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