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La Paz, 23 de diciembre (Página Siete).- “Uno de los policías decía apuren y todos empezamos a correr y yo pensé que era un estallido de una dinamita, cuando la onda te hace rebotar y caes, pensé algo así. Me caí, no me di cuenta que me habían lastimado, cuando me paré y empecé a dar dos pasos, sentí que mi pierna no respondía y me empecé a arrastrar”, ese es el relato de la periodista de la Red Uno, Patricia Castillo, que salió herida en la gasificación policial a los estudiantes de medicina de la UMSA el pasado jueves.
La reportera se encontraba como muchos otros periodistas en el atrio de la UMSA, luego de la gasificación a los estudiantes que llegaron hasta la plaza del Estudiante y provocaron destrozos a la infraestructura del Ministerio de Salud, y que por la reprimenda policial escaparon hasta el monoblock de la casa de estudios superiores.
Castillo había llegado hasta el atrio cuando los policías perseguían a los estudiantes. Luego de caer tras el aviso policial de “apuren”, observó que tenía una herida en la parte posterior del tobillo de la pierna derecha. La había rozado un balín, como los que recibieron en su humanidad otros estudiantes de medicina, ese día, de parte de la Policía.
Su camarógrafo y un policía que estaban cerca la auxiliaron al ver que no podía caminar. La retiraron en una ambulancia y terminó en el hospital Obrero, donde fue intervenida.
“Tengo daños en el tejido de la piel, tengo que tener reposo, estoy con un yeso. Lo que más me sorprende es que yo, es mi teoría, estaba al lado de la Policía. ¿Cómo pude haber sentido algo, si la Policía estaba a la misma altura? Eso quiere decir que la Policía lanza sin diferenciar, es como si nos hubieran dicho: ‘apuren apuren’ y querían que avancemos rápido y comenzaron como que a disparar”, narró en entrevista con Página Siete, al señalar que gracias a Dios no tuvo ninguna fractura ni daño de tendón.
La periodista recibió la noticia de que tendrá que estar en reposo entre tres a cuatro semanas para recuperarse de la herida. Prevé que hoy le den el alta médica.
De ese día, le queda la grabación que hizo con su celular del momento del impacto y muestra cómo fue el antes y el después del roce del balín, además de cómo fue auxiliada por la Policía y su camarógrafo.
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