8 de septiembre (Urgente.bo).- En las últimas horas, una investigación periodística del medio brasileño Red Globo reveló que el líder del Primer Comando da Capital (PCC), Sérgio Luiz de Freitas Filho, vive y opera en Santa Cruz.
De acuerdo con las indagaciones, reside en suelo boliviano desde hace más de diez años, llevando una vida de lujo y ostentación, protegido por documentos falsos y una red de corrupción local.
¿Quién es Sérgio Luiz de Freitas?
El Primer Comando da Capital (PCC) es una organización criminal brasileña. Según un informe del gobierno brasileño de 2012, es la organización criminal más grande de Brasil, con casi 20 000 miembros, 6000 de los cuales están en prisión.
Sérgio Luiz de Freitas Filho, de 46 años, es conocido con los apodos de Mijão, Xixi o 2X es su líder y es uno de los criminales más buscados de ese país y ocupa un puesto clave en la llamada Sintonia Final del PCC, el comité central encargado de las decisiones más importantes de la organización.
‘Mijão’ está vinculado con empresarios en un plan para asesinar al fiscal Amauri Silveira Filho, en Campinas (SP), con el objetivo de frenar las investigaciones de la Operación Línea Vermelha en suelo brasileño.
Se lo considera el sucesor de Tuta, capturado en mayo en Santa Cruz mientras tramitaba un documento de identidad. Aunque fue absuelto en primera instancia en la Operación Shark por falta de pruebas directas, es señalado como uno de los protagonistas del grupo criminal.
Según investigaciones, el fiscal Lincoln Gakiya subrayó que Mijão dirige la logística del tráfico internacional de cocaína a través de Bolivia, con cargamentos destinados a Brasil y Europa.
Documentos obtenidos por el programa Fantástico revelan que, entre 2018 y 2019, el PCC vinculado a Sérgio movió más de mil millones de reales. En Bolivia fue visto en bares y restaurantes, sin ser molestado por autoridades brasileñas ni bolivianas.
Santa Cruz, refugio del PCC
Santa Cruz se ha convertido en refugio para líderes del PCC. Gegê do Mangue vivió allí como fugitivo, pero fue asesinado junto con su socio Paca en 2018, durante una visita a Brasil.
Otros narcotraficantes que se escondieron en Bolivia son: Fuminho, detenido en Mozambique y extraditado; André do Rap, aún prófugo; y Tuta, arrestado en mayo en Santa Cruz al intentar renovar un documento falso.
La captura de Tuta activó una alerta que destapó una red de corrupción que protegía a criminales. En ese operativo también fue detenido el expolicía boliviano Gabriel Solís, quien trabajaba como guardia de seguridad del capo brasileño.